Repetidamente Ucrania reclama a sus aliados de la OTAN que aceleren las entregas de armamento pesado, sobre todo tanques. Las presiones sobre Alemania han sido tan fuertes que Annalena Baerbock, la ministra de Asuntos Exteriores pareció claudicar el domingo por la noche. “Si nos lo pidieran, no nos opondríamos”, declaró. Pero se lo han pedido mil veces en los últimos días.
Las súplicas se refieren, principalmente, a la entrega de tanques Leopard 2, fabricado por la empresa alemana Krauss-Maffei para sustituir a los tanques estadounidenses M48 Patton. El Leopard 1 dio paso al Leopard 2 a finales de la década de los setenta, cuando se empezó a fabricar en serie.
Este carro de combate pesa sesenta toneladas y de las cadenas de producción han salido unas 3.500 unidades. Está equipado con un cañón de ánima lisa de 120 milímetros y se desplaza a una velocidad de hasta 70 kilómetros por hora, con una autonomía de 450 kilómetros.
La tripulación se compone de cuatro miembros, que disponen de herramientas tecnológicas para localizar y apuntar al enemigo a larga distancia. Está equipado con una protección pasiva integral contra minas y lanzacohetes.
Es el carro de combate más disponible en Europa, lo que facilita el acceso a la munición y las piezas de repuesto y simplifica el mantenimiento, exigente para este tipo de equipos. Portugal, España y Dinamarca están equipados con este tipo de tanques.
Finlandia cuenta con más de 200 y se ha declarado dispuesta a proporcionar algunos al ejército ucraniano. Polonia se propone entregar 14. Un puñado de otros países europeos también están dispuestos a entregar algunos. Pero las mayores reservas las tienen Grecia (350 tanques) y Turquía, dos países que no tienen la más mínima intención de desprenderse de ninguno.
El problema es que Alemania ha fabricado una docena de versiones diferentes del mismo tanque, en función de las necesidades de cada cliente, lo que complica su mantenimiento. Para Ucrania lo mejor sería que los países dispuestos a contribuir enviaran tanques del mismo modelo.
La empresa RheinMetall, que fabrica el cañón del tanque y algunos sistemas electrónicos, ha advertido de que tardará meses en actualizarlos, con el objetivo de que estén disponibles para el año que viene. Krauss-Maffei y RheinMetall hablan de seis meses para modernizar un centenar de A4 antes de enviarlos a Ucrania.
Alemania también podría entregar los viejos tanques Leopard 1, que están descatalogados y almacenados desde hace 20 años para la chatarra, aunque es difícil saber si podrían funcionar de nuevo.
Los medios europeos de comunicación no se cansan de adular las extraordinarias prestaciones del tanque alemán. “Un ejército puede romper las líneas enemigas y poner fin a un largo periodo de guerra de trincheras”, ha dicho el director de RheinMetall al diario Bild.
Sin embargo, un Leopard no es mejor que un T-90, diseñado en la URSS por la misma época. Desde luego que en ningún caso puede alterar la suerte en los campos de batalla de Ucrania. Turquía ya mostró sus límitaciones cuando recurrió a ellos en el norte de Siria. Hasta una milicia irregular pudo acabar con muchos de ellos con relativa facilidad.
Qué tiene de más sobre el T72?
Qué va a solucionar a los ucros si Rusia ya les ha destruido más de 700 T72 y T64?