Un miembro de la CIA ha muerto a causa de las heridas que recibió el pasado fin de semana durante un operativo militar en Somalia. El mercenario fue víctima de la explosión de un artefacto.
La identidad del miembro de la CIA no se ha hecho pública por fuentes oficiales en este momento, aunque ha sido nombrado en algunas fuentes de noticias. Era miembro del Equipo Seis de los SEAL, una unidad que colabora con el gobierno somalí en la lucha contra Al-Shabaab desde hace varios años. La unidad dirige ataques aéreos, asesora al ejército somalí en los asaltos por tierra y adiestra a las tropas locales.
Al-Shabaab se formó en 2006 y prometió lealtad a Al-Qaeda en 2012. Puede desplegar entre 5.000 y 10.000 miembros y ha estado aumentando los ataques contra los intereses estadounidenses en la región.
En enero mató a tres estadounidenses en el Campamento Simba en Kenya durante un ataque a la base del Comando de Operaciones Especiales-África (Socafrica) en ese lugar. La demostración de la potencia de Al-Shabaab para desencadenar operaciones de envegadura contra los estadounidenses en zonas del África oriental consideradas como territorio seguro, llevó a Africom a iniciar ataques con drones dentro de Kenya, incluidos ataques preventivos.
La situación en Somalia es sombría. En la actualidad, 700 miembros del personal de servicio de Estados Unidos (que no incluye a los miembros de la CIA) se encuentran en el país prestando asistencia al gobierno somalí y a la Misión multinacional de la Unión Africana en Somalia (Amisom). Sin embargo, los planes actuales de Estados Unidos prevén la retirada de estas tropas en un futuro próximo.
El último ataque indica que, a pesar de luchar contra fuerzas muy superiores, Al-Shabaab sigue siendo un oponente extremadamente peligroso en la región.