Covid-19 en Francia: «detrás de la ola epidémica, la ola psiquiátrica»

«Esperábamos depresiones, ansiedades pero es mucho más grave que eso»: las consecuencias del primer confinamiento apenas comienzan a caer mientras los psiquiatras temen una segunda «ola psiquiátrica»

«En psiquiatría, la tensión es permanente. Solo ha aumentado de año en año, pero experimentamos un verdadero clímax con el fin del primer confinamiento, en junio«, explica Fayçal Mouaffak, responsable de la unidad de salud mental de Ville-Evrard en Saint-Denis agregando nuevamente al temor una «ola psiquiátrica detrás de la ola epidémica».

Con su equipo, batas blancas y mascarillas FFP2 requeridas, el psiquiatra evalúa los tratamientos de aquél para quien su ropa es su esposa se niega a quitársela, del que tiró su taburete sobre los cuidadores o del que no sabe si es de día o de noche.

Episodios psicóticos graves

«Esto no es la psiquiatría mundana al estilo de Woody Allen; el 50% de los pacientes padecen patologías esquizofrénicas muy graves», especifica el médico que reparte sus días y en ocasiones sus noches entre la unidad de hospitalización, las urgencias del hospital Delafontaine y el centro médico-psicológico de Stains (Seine-Saint-Denis).

Un hombre empieza a gritar. «Nos hemos acostumbrado a esta violencia permanente. Si un paciente está amenazando es porque cree que usted lo está amenazando«, disecciona el médico para quien «hay que absorber los estados de ansiedad por la discusión«.

Después de la primera ola, «esperábamos depresiones, ansiedades. Pero fue mucho más grave que eso, con muchos episodios psicóticos graves en pacientes sin antecedentes psiquiátricos previos«, dice Asma Ben Dhia, psiquiatra en el establecimiento durante 3 años. «Recuerdo a una madre que se apuñaló tres veces en un contexto delirante en torno al Covid y el encierro cuando no tenía antecedentes«.

«Distancia social ligada al cuerpo»

El virus también perturba la organización: los pacientes son examinados antes de su llegada y confinados hasta que se obtienen los resultados. Rara vez resultan ser positivos, tal vez porque tienen «la distancia social vinculada al cuerpo». Debido a la epidemia, se suprimieron las salidas y visitas y se redujeron las camas, de modo que las habitaciones dobles se convirtieron en individuales.

Resultado: sólo quedan 16 camas para 87.000 habitantes, o estadísticamente 800 esquizofrénicos, tantos bipolares, más todas las demás patologías, trastornos de personalidad, trastornos depresivos …

“La primera ola fue bastante dura y esperamos algo peor”

Porque además del Covid, tienen que afrontar la evolución demográfica, económica y social de Seine-Saint-Denis. Pacientes a menudo marginados que «contrariamente a la creencia popular no tienen acceso a la asistencia social«.

Preguntado en su habitación, de espaldas a un gran ventanal, un paciente en chándal de la Juventus explica que antes escuchó «voces en su cabeza», admitiendo que le gustaría probar una vida con menos presión, sin todo esto. «Sería un placer», concluye.

En los pacientes psiquiátricos, «vemos violencia, pero antes que nada es sufrimiento«, recuerda Fayçal Mouaffak. «Podemos sentir empatía por el dolor físico, pero es más raro conseguirla con el psicológico«, lamenta.

Fuente: Sud Ouest

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