Corea del norte: las últimas mentiras del New York Times para sabotear la paz

Decir que el New York Times miente es abundar en más de lo mismo; decir que lo hace sobre Corea del norte es tedioso. ¿Hay alguna información sobre el país asiático que no haya sido prefabricada por un cretino consagrado?

Nuestro magnífico detector informático de noticias falsas salta cada vez que uno de los dos, New York Times y Corea del norte, aparece en una noticia y si van juntos se encienden todas las luces rojas, hasta el punto de que acumulamos una amplia colección de imbecilidades escritas sobre aquella península del Pacífico.

El último artículo del New York Times se titula “Las bases de misiles en Corea del norte muestran que el engaño continúa”(*), y no hace falta de decir que quien miente es el gobierno de Pyongyang, no el periódico:

“Corea del norte continúa su programa de misiles balísticos en 16 bases ocultas que han sido identificadas a través de nuevas imágenes satelitales comerciales, una red conocida desde hace mucho tiempo por los servicios de inteligencia de Estados Unidos, pero no discutida porque el presidente Trump afirma haber neutralizado la amenaza nuclear de Corea del norte”.

“Las imágenes satelitales sugieren que Corea del norte está llevando a cabo un engaño importante: ha propuesto desmantelar un sitio de lanzamiento importante -un paso que ha iniciado y luego ha interrumpido- mientras continúa desarrollando más de una docena de otros sitios de lanzamiento, lo que le permite reforzar sus ataques con ojivas convencionales y nucleares”.

Es un tópico: amenaza y Corea del norte son sinónimos; si aparece uno tiene que aparecer el otro. En cuanto al engaño, no hay tal. No hay más que echarle un vistazo a la Declaración de Singapur firmada por Trump y Kim Jong-un, donde aparece que Pyongyang ha acordado desmantelar un lugar de pruebas de misiles, no un lugar de lanzamiento operativo. Ademas, se ha comprometido a establecer una moratoria sobre los ensayos nucleares y balísticos, no a detener la producción o el despliegue de misiles.

En la Declaración de Singapur Corea del norte no se comprometió a poner fin a su producción de misiles balísticos, del mismo modo que Estados Unidos no se han comprometido a poner fin al fortalecimiento de su capacidad para agredir a terceros países.

Es más, Corea del norte ha declarado abiertamente en varias ocasiones que aumentará su potencia en materia de misiles balísticos. En mayo del año pasado Kim Jong-un ordenó la producción en serie de misiles de mediano alcance Poseidón-2. Poco después, en agosto, dio la orden de aumentar la producción de misiles de combustible sólido. A principios de este año dio de nuevo la orden de aumentar la producción de misiles balísticos.

En julio la ampliación de una conocida fábrica de misiles era visible en imágenes obtenidas vía satélite que son de acceso público.

La revista Foreign Affairs ha señalado que se trata de medidas legítimas y no de engaños:

“Esta actividad no sugiere que Kim sea un mentiroso o que esté ‘engañando’. Nunca prometió dejar de producir armas nucleares o misiles balísticos. De hecho, todo lo contrario. En su discurso de Año Nuevo de 2018, Kim ordenó al sector de investigación de la industria de armas nucleares y cohetes de Corea del norte que produjera en masa ojivas nucleares y misiles balísticos. Ahora está claro que Kim mantiene sus compromisos”.

El artículo del New York Times cita una declaración del Departamento de Estado sin subrayar que es otra mentira obvia:

“Un portavoz del Departamento de Estado respondió a estas afirmaciones con una declaración escrita sugiriendo que el gobierno creía que los sitios debían ser desmantelados: ‘El Presidente Trump dejó claro que si el Presidente Kim cumplía sus compromisos, incluyendo la desnuclearización completa y la eliminación de los programas de misiles balísticos, se abriría un futuro mucho más brillante para Corea del norte y su pueblo’”.

Corea del norte nunca se ha comprometido a nada de eso, por lo que el Departamento de Estado miente y el New York Times también.

En 2002 el New York Times publicó docenas de informes falsos sobre acusaciones de armas de destrucción masiva en Irak. Allá no se encontraron armas de ese tipo y esos informes justificaron el desencadenamiento de una guerra catastrófica.

Ahora el periódico trata de hacer lo mismo para sabotear la única iniciativa de Trump que podría conducir a la distensión en alguna parte del mundo. Lograr la paz en Corea ya es bastante complicado. Los obstáculos adicionales que plantea la presentación de información falsa no hacen más que dificultarla.

En la actualidad las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del norte se han vuelto a suspender. Estados Unidos exige que se empiece por el punto 4 de la Declaración de Singapur (desnuclearización) antes de concluir los puntos 1, 2 y 3: levantamiento de las sanciones y firma de un acuerdo de paz.

(*) https://www.nytimes.com/2018/11/12/us/politics/north-korea-missile-bases.html

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