China rechaza comprar la vacuna de Moderna porque no conoce su composición molecular. La multinacional estadounidense no podrá entrar en el mercado chino de vacunas contra el coronavirus, que es el mayor del mundo.
En una rueda de prensa para periodistas asiáticos, el director médico de Moderna, Paul Burton, dejó claro el deseo de su empresa de vender sus vacunas de ARN mensajero en China. Dijo que el proyecto está parado, pero que están dispuestos a iniciar negociaciones (*).
Mientras que oficialmente el 90 por cien de la población china ha recibido su primera dosis, sólo el 55 por cien tenía una dosis de refuerzo. Todos ellos han sido inyectados con vacunas fabricadas en China. Hasta la fecha el gobierno chino no ha autorizado la inyección de vacunas extranjeras en su territorio.
A pesar de la baja tasa de infección, China persiste en la aplicación estricta de la política “covid cero”, con confinamientos, cierres, controles de fronteras, pruebas PCR a gran escala y otro tipo de restricciones.
El mercado de las vacunas se ha disparado gracias a la pandemia y las multinacionales han comenzado una carrera desenfrenada para apoderarse de los grandes bocados.
En agosto Moderna presentó una demanda contra Pfizer y Biontech por infracción de la propiedad intelectual sobre la nueva tecnología de ARN mensajero y solicita una indemnización por daños y perjuicios.
Moderna alega que había desarrollado una tecnología novedosa utilizada por Pfizer y Biontech mucho antes de la pandemia. A su vez Moderna ha sido demandada por Arbutus Biopharma Corporation y Genevant Sciences.
Ambas empresas solicitan a Moderna que les indemnice de los daños y perjuicios sufridos por la infracción de las patentes en la fabricación y venta de ARN mensajero.
El 5 de julio la empresa de biotecnología alemana CureVac también demandó a Biontech por infracción de los derechos de propiedad intelectual relacionados con la fabricación de vacunas de ARN mensajero.
Lo que está en juego es el reparto del mercado de vacunas. Desde el comienzo de la pandemia, los precios de las vacunas han seguido aumentando. Para gran alegría de los laboratorios farmacéuticos, los ganadores de esta crisis sanitaria.
(*) https://www.ft.com/content/a481c129-c5aa-4972-84a8-3a45bb000098