La guerra de Israel contra los palestinos ha creado tensiones dentro de los grandes monopolios, como Google. En una carta abierta un grupo de trabajadores del holding tecnológico denuncian que Google está con los sionistas y exigen a los cabecillas de la multinacional que se posicionen contra la masacre que Israel está cometiendo en Gaza.
En Google impera una política antipalestina e islamófoba. En los centros de trabajo los palestinos, musulmanes y árabes han sido insultados y calificados de “terroristas” y “animales”.
Los cabecillas de Google llegaron a preguntar a los trabajadores solidarios con Palestina si apoyaban a Hamas cuando expresaron su preocupación por las familias palestinas, muchas de las cuales están sometidas a los criminales bombardeos del ejército israelí.
Cuando los trabajadores intentaron recoger dinero para las organizaciones palestinas de solidaridad, los jerifaltes dijeron que no podían apoyar a las escuelas y hospitales de Gaza porque albergaban “terroristas”. La carta también afirma que un directivo de Google estaba a favor de utilizar los vastos recursos de la empresa para espiar a sus trabajadores y acosarlos internamente.
Un ingeniero de programas, Sarmad Gilani, dijo en una entrevista con el New York Times que cualquier crítica al ejército o al gobierno israelí da lugar a acusaciones de antisemitismo por parte de Google.
El Proyecto Nimbus
En 2021 los trabajadores de Google y Amazon también pubicaron una carta abierta en la que pedían a las multinacionales que cancelaran el Proyecto Nimbus. El acuerdo de las empresas tecnológicas con Israel aumentaría la vigilancia masiva de los palestinos y recopilaría datos ilegalmente. La nueva carta reitera muchas de esas denuncias. Los trabajadores piden a Google que deje de hacer negocios con un gobierno que practica el apartheid.
El Proyecto Nimbus es un proyecto de computación en la nube del gobierno israelí y su ejército. El Ministerio de Finanzas de Israel anunció en abril de 2021 que el contrato tiene como objetivo proporcionar “al gobierno, al sector de defensa y a otros una solución integral de computación en la nube”. Como parte del contrato, las empresas establecerán sitios locales en la nube que “mantendrán la información dentro de las fronteras de Israel bajo estrictas pautas de seguridad”.
El contrato es de 1.200 millones de dólares y Google y Amazon han sido seleccionados para proporcionar servicios de computación en la nube a los sionistas, incluidos la inteligencia artificial y el aprendizaje automático.
Las cláusulas del contrato prohíben a Amazon y Google interrumpir sus servicios debido a las presiones del boicot BDS que se entiende por el mundo. Las empresas de tecnología también tienen prohibido negarse a proporcionar servicios a determinadas instituciones públicas israelíes.
Los trabajadores temen que el Proyecto Nimbus conduzca a nuevas matanzas de palestinos. Les preocupa que la tecnología permita una mayor vigilancia de los palestinos y la recopilación ilegal de datos sobre ellos, facilitando la expansión de los asentamientos ilegales de Israel en las tierras ocupadas.
A Ariel Koren, que trabajaba como director comercial de los productos educativos de Google y se oponía abiertamente al proyecto, le dieron un ultimátum: mudarse a Sao Paulo en un plazo de 17 días o el despido.
En una carta anunciando su dimisión, Koren escribió que Google “silencia sistemáticamente las voces palestinas, judías, árabes y musulmanas que están preocupadas por la complicidad de Google en las violaciones de los derechos humanos palestinos, hasta el punto de tomar represalias formales contra los trabajadores y crear un ambiente de miedo”, reflejando su opinión de que el ultimátum era una represalia por su oposición al Proyecto Nimbus.
La carta de los trabajadores de Google ha desatado una amplia campaña de apoyo con la consigna “No a la tecnología para el apartheid” (https://www.notechforapartheid.com/).
¿Sorprende que Google tome acción contra los trabajadores solidarios con el pueblo palestino?….pues no debería sorprender si tenemos en cuenta que Google, como la mayoria de las grandes corporaciones a instituciones del estado son propiedad de sionistas. Mientras esto sea así, los americanos estan pero que bien jodidos. Yo lo siento mucho por ellos.