Desde que el 20 de diciembre se inició la vacunación, al menos cuatro personas han muerto en Israel poco después de recibirla, según la emisora pública Kan. El Ministerio de Sanidad dice que tres de ellas no estaban relacionadas con la vacuna, y que el cuarto caso, de un hombre de 88 años con condiciones preexistentes, estaba siendo investigado.
240 israelíes se han contagiado de coronavirus pocos días después de vacunarse, según el Canal 13. No debería ser noticia porque las vacunas no pueden impidir la circulación de ningún virus, como ya hemos repetido en otras entradas.
La explicación de los “expertos” es que la vacuna no tiene efectos inmediatos, sino que la inmunización lleva un tiempo, durante el cual el virus puede entrar en el organismo.
La vacunas de Pfizer, en particular, no contiene el coronavirus por lo que no puede infectar al receptor. Simplemente ninguna vacuna inmuniza. Los seres humanos nacen con virus, viven con ellos y morirán con ellos. Las tentativas de sacarlos de dentro o de fuera del cuerpo, son absurdos.
Igualmente absurda es la doctrina de la “reinfección”. Los “expertos” dicen que son capaces de arrojar al coronavirus fuera del cuerpo, pero que luego se reintroduce otra vez. Es una estupidez por partida doble.
Un farmacéutico israelí tuvo que ser hospitalizado después de recibir una sobredosis de vacuna de cuatro dosis.
Una encuesta realizada por Ynet News, muestra que menos del 25 por ciento de los israelíes estaban dispuestos a recibir una inyección inmediata de coronavirus. Otro sondeo realizado por la Universidad de Haifa mostró que el porcentaje de personas dispuestas a vacunarse es de sólo un 20 por ciento. Una tercera encuesta realizada la semana pasada por el periódico Israel Hayom refleja que un tercio de los israelíes tienen la intención de rechazar la vacunación.
De ahí que el gobierno de Tel Aviv apriete las clavijas. Para obtener un “pasaporte verde”, condición necesaria para entrar en las instituciones públicas y viajar, todos los israelíes se deben vacunar.
https://www.rt.com/news/511332-israel-vaccination-coronavirus-pfizer/
Más información:
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– La vacuna mató al anciano que falleció en Suiza después de la inoculación
Lo más increíble es que la justificación de esta vacunación global es la de salvar vidas, cosa que no ha demostrado Pfizer ni ningún otro con sus ensayos clínicos. Su supuesta efectividad solo se basa en la reducción de síntomas, no en la de evitar muertes. Es probable que nunca sepamos cuantas muertes ocasionará ni cuantas habrá evitado. Por otra parte, cualquier vacuna contra virus de simple cadena de ARN no tienen el menor sentido en su propio principio teórico, porque la tasa de mutación de estos virus es tan grande que es imposible predecir el nivel de protección de estas vacunas a medida que pasa el tiempo. Es lo que ocurre con las vacunas contra la influenza, que no sirven para nada.