Han sido unas buenas fiestas de fin de año. Muchos trabajadores han conseguido bajas laborales que les han permitido disfrutarlas en familia durante varios días, gracias a los millones de tests que se han realizado.
En diciembre no hubo ningún “repunte” de la fantasmagórica “incidencia acumulada”. Simplemente se hicieron muchos más tests y, como en la lotería, cuando compras muchos décimos, tiene más oportunidades de que te toque alguno y consigues la baja. A veces ni siquiera eso es necesaro porque basta con ser el “contacto estrecho” de un positivo.
Los empresarios se quejaron del absentismo laboral y tuvieron que reducir los días de baja médica a 7 días. Ahora el siguiente paso llega a Andalucía, donde ya no basta un test de autodiagnóstico positivo a través de la aplicación Salud Responde.
Ahora les llamarán para realizarles de una PCR en el centro de salud correspondiente. La “incidencia acumulada” bajará muy rápidamente.
La baja médica por test positivo ya no se concederá de manera automática, sin necesidad de ser examinado por ningún facultativo. Será el médico de cabecera quien, tras la realización de una prueba diagnóstica, firme la baja laboral.
Las estadísticas epidemiológicas se manejan a golpe de decreto de una forma muy sencilla. Suben y bajan con nuevas normas o derogando las anteriores.
Las pruebas autodiagnósticas de “covid” pusieron de manifiesto que los médicos cada vez desempeñan un papel más marginal en los sistemas de salud. Su papel -cuando desempeñan alguno- es puramente rutinario y mecánico. De ahí que las vacunas se puedan inocular en centros comerciales, farmacias o gasolineras. Da lo mismo.