Alemania ha perdido su fuerza de trabajo. Registró un número récord de empleos vacantes en el primer trimestre de este año, alcanzando la cifra sin precedentes de 1,74 millones de puestos de trabajo. Esta cifra es la más alta desde la reunificación hace 30 años.
Al mismo tiempo, Alemania también sufre una escasez récord de jóvenes. En julio solo el 10 por cien de la población tenía entre 15 y 24 años, en comparación con el 20 por cien de los mayores de 65 años.
La tasa de natalidad del país es demasiado baja para encontrar fuerza de trabajo.
Al problema demográfico se le suman otros dos: los países europeos no quieren emigrantes y, además, necesitan destinar el dinero de las pensiones al rearme. El capital tienen que reducir el número de jubilados y conseguir que cobren menos.
Uno de los remedios es elevar la edad de jubilación a 70 años. Actualmente, Alemania está elevando gradualmente la edad de jubilación de 65 a 67 años para quienes nacieron después de 1967; pero no es suficiente.
El presidente de la Federación de Asociaciones Empresariales Alemanas de las Industrias Metalúrgica y Eléctrica, Stefan Wolf, solicitó aumentar la edad de jubilación a principios de agosto.
En Alemania las pensiones se financian principalmente mediante el sistema de reparto, en el que la mayoría de los alemanes —excepto los funcionarios y los autónomos— cotizan al fondo estatal de pensiones, que se utiliza para financiar las pensiones de los jubilados.
Actualmente, los trabajadores aportan algo más del 9 por cien de sus ingresos mensuales al fondo. Esta cantidad es igualada por el patrono. Es un sistema que solo funciona si hay suficientes trabajadores activos que cotizan al fondo.
La OCDE prevé que la edad media de jubilación para una persona con empleo continuo aumentará a 66,1 años para los hombres y a 65,5 años para las mujeres.
‘Necesitamos a los emigrantes’
Pero las cuentas no salen. “Necesitamos la migración. Es fundamental que vengan suficientes personas del extranjero a trabajar en Alemania”, dice Johannes Geyer, subdirector de Economía Pública del Instituto Alemán de Investigación Económica.
“El gobierno está intentando facilitar el reconocimiento en Alemania de las cualificaciones de los migrantes. También se observan algunas mejoras en la normativa para solicitantes de asilo y personas con estatus de tolerancia, con el fin de legalizar su situación y reconocer los títulos y cualificaciones profesionales obtenidos fuera de Alemania. Esto sigue siendo un problema”.
Geyer también señala el potencial del mercado negro: “Tenemos un amplio sector de personas que trabajan en los llamados miniempleos, es decir, empleos precarios, mal remunerados pero exentos de impuestos y cotizaciones a la seguridad social. Si pudiéramos incorporar a estas personas a empleos regulares, esto también beneficiaría al sistema“.
También existe la posibilidad de generar empleo para más personas desempleadas, así como de ayudar a la reinserción laboral de quienes se han visto obligados a jubilarse por invalidez debido a una enfermedad. Esto afecta a millones de personas, pero muchas de ellas no pueden trabajar a tiempo completo por diversas razones, desde problemas de salud hasta el cuidado de familiares.
Geyer sugiere que los funcionarios públicos y los trabajadores autónomos, que actualmente cotizan a fondos de pensiones separados, también podrían integrarse en el sistema general de pensiones públicas.
Aumentar la jornada laboral
Otra solución consiste en aumentar la semana laboral a 42 horas. Pero Geyer es escéptico. “Creo que en muchos sectores, 40 horas es prácticamente el máximo que se puede esperar de la gente”, afirma. “Si se aumentan las horas de trabajo, hay que tener en cuenta que la gente ya está agotada y esas horas adicionales agravarán ese agotamiento y podrían tener un impacto negativo en la salud”.
También es posible aumentar las cotizaciones para las pensiones. Predice un incremento del 18,6 por cien actual a más del 20 por cien para 2025. “Actualmente tenemos tasas de cotización [para las pensiones] bastante bajas. Hace diez años nadie habría esperado que siguieran por debajo del 19 por cien”, comenta.
“Antes de la guerra [de Ucrania] y el aumento de la inflación, habría dicho que podíamos permitirnos aumentar las tasas de cotización, pero dada la alta inflación, eso provocará un debate bastante acalorado”.
—https://www.dw.com/en/germany-debates-raising-retirement-age-to-70/a-62915311