Tras los atentados a las Torres Gemelas de 2001 Bush anunció su “guerra” contra el terrorismo. “Los talibanes deben actuar, y hacerlo de inmediato”, dijo. “Entregarán a los terroristas o compartirán su destino”, amenazó. La única manera de derrotar al terrorismo, afirmó Bush, era “eliminarlo y destruirlo donde crece”.
Han pasado 22 años y hoy los talibanes imperan en Afganistán y, además de Al Qaeda, han aparecido otros grupos terroristas que han extendido sus tentáculos por otros continentes, como África.
Bush advirtió que los terroristas tenían planes para “vastas regiones” de África. Pero al mismo tiempo “confiaba en las victorias venideras” y aseguró a los estadounidenses que “no nos cansaremos, no flaquearemos y no fracasaremos”.
Sin embargo, en un país tras otro de ese Continente, Estados Unidos lo que ha hecho es crear, promocionar y extender el yihadismo.
A principios de este año, el general Michael Langley, actual comandante del Africom, el mando del ejército estadounidense en el Continente, dijo que “ahora es el epicentro del terrorismo internacional” (*).
Cuando Estados Unidos comenzó su “guerra contra el terrorismo”, el Departamento de Estado contabilizó un total de nueve ataques terroristas en África. Este año los yihadistas ya han realizado 6.756 ataques, según el Pentágono. El terrorismo en África ha aumentado un 75.000 por cien.
En 2002 y 2003 los yihadistas causaron 23 víctimas en África. Este año los ataques terroristas sólo en la región del Sahel han provocado 9.818 muertes, un aumento del 42.500 por cien, según datos del Pentágono.
Las acciones violentas vinculadas a grupos yihadistas en África se han multiplicado por cuatro durante la última década. Casi la mitad de ese aumento ha ocurrido en los últimos tres años.
En África la “guerra” contra el terrorismo de Estados Unidos ha puesto al terrorismo en la cresta de la ola.
(*) https://www.armed-services.senate.gov/imo/media/doc/AFRICOM%20cleared%20FY24%20SASC%20Posture%20Hearing%2016%20Mar%202023.pdf