La concentración se prolongó durante dos días y los manifestantes han aprobado una resolución pidiendo el cierre de la antigua base y en contra del plan gubernamental de apertura de otra más grande y moderna.
Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, dice la resolución, la población de Okinawa nunca ha aceptado la existencia de una base militar imperialista sobre su suelo. Incluso el gobernador regional Okinawa Takeshi Onaga se dirigió a los manifestantes para expresarles que estaba “encolerizado” por el proyecto anunciado por el primer ministro japonés Shinzo Abe tras una reciente entrevista con Obama en Washington.
El gobernador regional dijo que se había dirigido oficialmente al gobierno para exigir el cierre de la antigua base y oponerse a la construcción de la nueva, manifestando la oposición total de los habitantes de Okinawa a dichos planes.
En la concentración del domingo también participaron el antiguo primer ministro de Japón Yukio Hatoyama y el dirigiente del partido ssocial-demócrata Tadatomo Yoshida.