10.000 trabajadores de John Deere en huelga desde hace dos meses

La UAW [el sindicato del motor] y el movimiento obrero de Iowa siguen movilizados desde octubre. La comunidad y los medios de comunicación simpatizantes apoyaron firmemente a los 10.100 trabajadores en huelga de John Deere and Company. Los trabajadores del mayor fabricante de maquinaria agrícola de Estados Unidos se tomaron con razón la primera oferta de contrato de John Deere [fechada el 10 de octubre] como un insulto. Ofreció un aumento salarial del 5 por cien tras un año de beneficios récord. Habían sido considerados trabajadores esenciales, pero aparentemente ninguno lo era tanto como el director general de Deere, John May, que ganó 15,6 millones de dólares en 2020, un aumento del 160 por ciento.

Decenas de negocios ofrecieron descuentos en comidas, bebidas, cortes de pelo, servicios quiroprácticos, equipos de pesca e incluso una sesión gratuita de lanzamiento de hachas en Davenport [la tercera ciudad más grande de IOWA]. El Sindicato de Minoristas y Grandes Almacenes (RWDSU) de North Liberty [un suburbio de Iowa City] donó 3.700 kilos de alimentos a los huelguistas. El vicepresidente del RWDSU Local 110, Bob Dixon, dijo: “Se trata de la codicia de las empresas… la gente tiene que unirse como miembros del sindicato y trabajadores para luchar contra esto”.

El dirigente demócrata del Senado de Iowa, Zacharia Wahls, y otros cargos electos demócratas declararon su firme apoyo, al igual que la Federación de Trabajadores de Iowa, los Teamsters, el Sindicato de Agricultores de Iowa y el senador Bernie Sanders. El secretario de Agricultura del gobierno Biden -y antiguo gobernador de Iowa (1999-2007)- Tom Vilsack visitó un piquete en Ankeny [situado en el condado de Polk]. “Os merecéis un salario justo y un trato justo“, dijo Vilsack a los trabajadores. Les agradeció el apoyo a su campaña para gobernador en 1998: “La UAW me ha apoyado desde el principio. No olvidas a la gente que estuvo contigo”.

El día de las elecciones en el estado de Iowa [2 de noviembre de 2021] fue también el día en que los miembros de la UAW votaron el contrato renegociado, después de haber rechazado abrumadoramente el primer proyecto de contrato el 10 de octubre. El segundo proyecto de contrato renegociado entre Deere y la dirección de la UAW preveía un aumento inmediato del 10 por ciento y dos aumentos adicionales del 5 por ciento a lo largo de un contrato de seis años. Los trabajadores recibirían una bonificación de 8.500 dólares tras la ratificación del contrato. Deere también hizo algunas concesiones en materia de asistencia sanitaria y pensiones, pero se mantuvo el sistema salarial de dos niveles, en el que los “trabajadores adicionales” cobran bastante menos que sus compañeros que realizan el mismo trabajo.

Muchos miembros del sindicato, preocupados por cobrar a medida que se acercan las vacaciones, consideraron que era el momento de “reclamar la victoria” y volver al trabajo. Pero la mayoría no estuvo de acuerdo y rechazó el segundo acuerdo por un 55 por ciento a 45 por ciento. Algunos dicen que el rechazo refleja un descontento continuo con sus propios dirigentes sindicales. Otros señalan la incertidumbre sobre el plan propuesto por la empresa para la mejora continua de los salarios, que se basa en un sistema de incentivos complejo y, por tanto, incierto. Muchos señalan también la sensación generalizada de que la dirección de John Deere no les respeta, a pesar de su lealtad y su duro trabajo, durante la pandemia de covid.

El resentimiento se endureció cuando John Deere obtuvo una orden para limitar el número de trabajadores de los piquetes a cuatro. La orden llegó a prohibir los bidones de fuego para calentarse por la noche. Las tensiones aumentaron aún más cuando Richard Rich, miembro de la UAW y de 56 años de edad, inspector de almacén en Deere durante 15 años, fue atropellado y murió trágicamente por un coche mientras cruzaba una carretera mal iluminada cerca de un piquete.

El apoyo público no parece haber disminuido y los sindicatos de Iowa siguen apoyando a la UAW. El Hawkeye Area Labor Council de Cedar Rapids, la Hermandad Internacional de Trabajadores de la Electricidad (IBEW 405) y la Federación de Trabajadores de Iowa City se encuentran entre los que recogen y entregan artículos domésticos y sanitarios a los huelguistas.

La dirección de Deere insiste en que el contrato que está sobre la mesa es su “última, mejor y definitiva oferta”. Según el Des Moines Register, un ejecutivo de Deere también hizo una amenaza velada de compensar la ralentización de la producción nacional trasladando parte del trabajo a plantas en el extranjero. La gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, y los senadores Charles Grassley y Joni Ernst, todos ellos republicanos, aún no han comentado la posibilidad de que los puestos de trabajo de sus estados se transfieran a trabajadores de otros países.

¿Avanzará el movimiento obrero de Iowa? Ambas partes están en conversaciones, pero el resultado es difícil de predecir. La mayoría de los huelguistas actuales son jóvenes y tienen poco conocimiento de la historia del movimiento obrero de Iowa para motivarlos. No saben que la UAW fue precedida por los Farm Equipment Workers, que sindicalizaron a John Deere hace más de 70 años (véase el libro del historiador laboral Toni Gilpin The Long Deep Grudge: A Story of Big Capital, Radical Labor, and Class War in the American Heartland, Haymarket Books, marzo de 2020).

Muchos miembros de la UAW con los que hablé recientemente desconocían que la legislatura de Iowa, dirigida por los republicanos, estuvo a punto de destruir los sindicatos del sector público en 2017 al eliminar el capítulo 20 [código para los términos y condiciones de empleo de los trabajadores del sector público], una ley de negociación colectiva de Iowa que había funcionado de forma eficaz y justa -sin huelgas- desde la década de 1970. A pesar de los valientes esfuerzos del Centro Laboral de la Universidad de Iowa por informar y educar a los trabajadores, aún nos queda mucho camino por recorrer.

La buena noticia es que el asalto republicano a la negociación colectiva en el estado de Iowa no ha tenido éxito. Aunque los sindicatos deben celebrar una votación de recertificación cada vez que se renegocia un contrato, más del 50 por ciento de los trabajadores deben votar “sí” para conseguirlo, ¡los que no votan se cuentan como votos negativos! Contra todo pronóstico, casi todos los sindicatos del estado consiguieron que la mayoría de los empleados votaran “sí” para su recertificación.

El camino que queda por recorrer es pedregoso, pero el movimiento sindical está avanzando en Iowa.

Dave Leshtz, The Nation, 11 de noviembre de 2021

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo