Alphabet, la empresa matriz de YouTube y Google, reconoce haber sido sometida a presiones directas del gobierno de Biden para censurar ciertos contenidos sensibles. Los temas censurados son la pandemia, las elecciones estadounidenses de 2020 y loso chanchullos de su hijo Hunter Biden.
Ahora el gigante tecnológico promete revisar las cuentas bloqueadas por motivos políticos.
El caso se remonta a la pandemia y las elecciones de 2020, cuando las grandes empresas tecnológicas se sometieron a las directrices de la OMS y la burocracia sanitaria. Ahora las investigaciones realizadas por el Comité Judicial del Congreso están poniendo de relieve la censura sistemática: eliminación de vídeos, prohibiciones masivas y reducción drástica de la visibilidad de los contenidos críticos.
El holding Alphabet/Youtube/Google reconoce que estas decisiones no siempre fueron voluntarias, sino que respondieron a órdenes políticas de la Casa Blanca.
Alphabet aprovechó la ocasión para criticar la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA) y la Ley de Mercados Digitales (DMA). La multinacional cree que estas leyes imponen una carga normativa desproporcionada a las empresas estadounidenses y corren el riesgo de reforzar la censura.
Los congresistas temen que las obligaciones impuestas por la Unión Europea puedan exportarse a Estados Unidos, allanando el camino para una mayor censura.
La decisión del holding Alphabet de flexibilizar su censura y criticar públicamente a la Unión Europea marca un cambio estratégico. La empresa busca restaurar su imagen de plataforma abierta porque las acusaciones de sumisión política han socavado su credibilidad.
La confesión del monopolio tecnológico confirma que la censura digital no era solo una política interna de la plataforma, sino un instrumento del gobierno estadounidense.
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