El dirigente tunecino Mohamed Brahmi |
El comisario político de la Guardia, Bacel Jarrat, ha realizado unas declaraciones a la agencia tunecina TAP que chocan -en el frente y en los micrófonos- con la marea de mercenarios que combaten en las filas yihadistas.
La Guardia se creó en 2012 y sus combatientes se consideran nasseristas, en referencia al dirigente tercermundista egipcio Gamal Abdel Nasser, aunque proceden de países árabes tan diversos como Argelia, Líbano, Egipto, Palestina, Irak, Jordania y Túnez.
La cadena CNN lanzó la clásica campaña intoxicadora (*) asegurando que la Guardia tiene el apoyo de Irán y que su máximo dirigente militar, Asaad Mahmud Hussein, conocido como “Al-Haj Zulfiqar”, mantiene vínculos con Hezbollah.
En su entrevista Jarrat lo desmiente, afirmando que sólo les apoya el gobierno sirio. Además añade que dentro de la Guardia hay brigadas que llevan otros nombres, como Wadii Haddad, una unidad de combatientes palestinos del FPLP, o Haider Al-Amili, antiguio comandante de las tropas de Monte Líbano, y Jule Jamal, oficial del ejército regular sirio.
Los combatientes de la Guardia, afirma Jarrat, proceden originariamente de la Organización de la Juventud Nacinoalista Árabe, que forma parte de la Liga Nacionalista Árabe, siendo su aspiración la unidad socialista del mundo árabe.
La Guardia lleva el nombre del tunecino Brahmi que dirigió la Unión Estudiantes Árabes Progresistas y luego el movimiento nasserista de su país, hasta que fue asesinado por los yihadistas en 2013.