Una mujer de 43 años que trabajaba como profesora en Marbella falleció ayer por una hemorragia cerebral. Recibió la vacuna de AstraZeneca el 3 de marzo (1). Horas después comenzó a sentirse mal y acudió a las Urgencias del Hospital Quirón con síntomas de cefalea y malestar general que los especialistas achacaron a los efectos secundarios habituales del fármaco.
Días más tarde, el 13 de marzo, regresó al hospital porque seguía encontrándose mal. Le realizaron un TAC donde no apreciaron nada significativo, prueba que volvieron a practicarle al día siguiente. Fue entonces cuando detectaron una hemorragia masiva que intentaron drenar en una intervención quirúrgica durante la que descubrieron un edema (acumulación de líquido en el cerebro).
La mujer, madre de dos menores, trabajaba en un instituto de la Costa del Sol y no presentaba patologías previas. Por protocolo, tras su fallecimiento le realizaron una prueba diagnóstica de coronavirus que dio negativo. El cuerpo espera ahora una autopsia clínica que determine las causas de la muerte.
Quirón ya ha informado del caso a las Agencias Española y Europea del Medicamento.
También con las vacunas de Pfizer y Moderna, las personas inoculadas han padecido trastornos de la sangre en Estados Unidos (2).
El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas han suspendido la vacunación al menos dos semanas, como explicó el lunes la ministra Carolina Darias. La detección de varios casos de trombosis venosa cerebral ha sido la razón por la que se ha interrumpido la administración de este inyectable, medida adoptada también en otros países como Italia, Alemania y Francia.
La Agencia Europea del Medicamento dictaminó ayer que estos episodios trombóticos no guardan relación con la inoculación de la vacuna (3). Se trata de una declaración que genera dudas entre la comunidad científica porque el fármaco es experimental y no ha pasado los protocolos de seguridad exigidos en estos casos. También la Organización Mundial de la Salud recomienda a los países que sigan vacunando con AstraZeneca.
(1) https://www.diariosur.es/malaga/muerte-marbella-profesora-vacuna-astrazeneca-20210316231123-nt.html
(2) https://www.lapoliticaonline.com/nota/132104-pacientes-desarrollaron-un-trastorno-en-la-sangre-tras-recibir-dosis-de-pfizer-y-moderna-en-estados-unidos/
(3) https://news.sky.com/story/who-reassures-europe-over-oxford-jab-as-experts-look-into-blood-clot-claims-12247481
Las vacunas dañan, enferman, matan. No salvan vidas. Las vidas de las personas antes de vacunarse son vidas sanas, ya están «salvadas». Las vidas sanas no necesitan venenos químicos para «inmunizarse». Ya somos inmunes. Las vacunas matan. Lo siento mucho por esta pobre mujer, joven y en la flor de la vida, obligada realmente a vacunarse, quisiera o no hacerlo. La han asesinado. Han segado la vida de una persona sana. Daba clases en el instituto de mi hijo. Y en el grupo de wasap solo hay condolencias y DEP. Pero ni una sola crítica. Hay miedo. Hay pánico de levantar la voz. Solo espero que la familia denuncie su asesinato y clame al cielo por lo que han hecho.