La prueba de PCR es inutilizable legalmente para realizar pruebas de “covid”, ha dictaminado un tribunal portugués. El fallo legal determina que las pruebas de “covid” no son adecuadas para su propósito.
Durante la pandemia la prueba PCR (reacción en cadena de la polimerasa) fue el mecanismo de control más utilizado para detectar el “covid”.
Cuatro turistas alemanes que fueron puestos en cuarentena ilegalmente en Portugal después de que uno de ellos diera positivo por “covid” ganaron su demanda en una sentencia que condena la prueba PCR como “poco fiable” hasta en un 97 por ciento de los casos.
A principios de este mes, los jueces portugueses confirmaron una decisión de un tribunal inferior que declaró ilegal la cuarentena forzosa de cuatro turistas alemanes. El caso giró en torno a la fiabilidad (o falta de ella) de las pruebas PCR de “covid”.
La sentencia, dictada el 11 de noviembre, se produjo tras una apelación contra un recurso de hábeas corpus interpuesto por cuatro alemanes contra la Autoridad Sanitaria Regional de las Azores. El organismo había apelado un fallo de un tribunal inferior que falló a favor de los turistas, quienes afirmaron que habían sido confinados ilegalmente en un hotel sin su consentimiento. Los turistas tuvieron que permanecer recluidos todo el verano después de que uno de ellos diera positivo al coronavirus en una prueba PCR; los otros tres fueron etiquetados como contactos estrechos y, por lo tanto, también los forzaron a guardar la cuarentena.
Los argumentos del Tribunal de Apelación de Lisboa son extensos. Declara que la Autoridad Sanitaria Regional de las Azores había violado tanto el derecho portugués como el derecho internacional al confinar a los alemanes en el hotel. Sólo un médico puede diagnosticar una enfermedad y criticaron el hecho de que nunca fueron evaluados por un médico.
“A la luz de la evidencia científica actual, esta prueba parece incapaz de establecer más allá de toda duda razonable que dicha positividad es de hecho consistente con la infección de una persona con el virus SARS-CoV-2”, concluye la resolución judicial.
Una prueba positiva no corresponde a un caso de “covid”. Las dos razones principales para esto, según los jueces, son que “la fiabilidad de la prueba depende del número de ciclos utilizados” y de “la carga viral presente”. En otras palabras, hay demasiadas incógnitas en torno a este tipo de pruebas.
La prueba PCR es una lotería
No es la primera vez que se cuestiona la credibilidad de las pruebas de PCR. Los resultados tienen mucho que ver con el número de amplificaciones realizadas o el “umbral del ciclo”. Esta cifra es de 35 a 40 ciclos en la mayoría de los laboratorios estadounidenses y europeos, pero los expertos han argumentado que incluso 35 ciclos son demasiados y que un protocolo más razonable requeriría de 25 a 30 ciclos.
Con cada ciclo, la cantidad de ADN viral en la muestra aumenta exponencialmente.
A principios de este año, datos obtenidos en tres estados de Estados Unidos (Nueva York, Nevada y Massachusetts) muestran que cuando se tiene en cuenta la cantidad de virus encontrada en una persona, hasta el 90 por ciento de las personas que dan positivo en una prueba podrían en realidad ser negativas.
Los jueces portugueses citan un estudio realizado por algunos de los principales especialistas europeos y mundiales y publicado por Oxford Academic a finales de septiembre. Demuestra que si alguien dio positivo por “covid” en un umbral de ciclo de 35 o más, la probabilidad de que esa persona estuviera realmente infectada es inferior al tres por ciento y que “la probabilidad de […] un resultado falso positivo es del 97 por cien o más”.
Aunque en este caso los jueces admiten que se desconoce el umbral de ciclo utilizado en los laboratorios portugueses, lo consideraron una prueba más de que la detención de los turistas era ilegal. La implicación era que no se podía confiar en los resultados. Debido a esta incertidumbre, “no hay manera de que el tribunal pueda determinar” si el turista que dio positivo era efectivamente portador del virus y si los demás habían estado expuestos a él”.
Las pruebas de PCR fueron la base del castillo de naipes de los confinamientos impuestos durante la pandemia. El número de casos procede de las pruebas. Da el “número R”, la velocidad a la que un portador infecta a otros. De dicho número surgen los confinamientos.
El aluvión diario de estadísticas ya nos resulta familiar pero, a medida que pasa el tiempo, aumenta la evidencia de que algo estuvo mal en la base misma de la respuesta a la pandemia: las pruebas PCR.
—https://www.frontnieuws.com/msm-zwijgen-als-rechtbank-oordeelt-dat-pcr-covid-tests-97-onnauwkeurig-zijn-ongeschikt-voor-doel/