Ayer cerca de un millar de manifestantes se concentraron en la Puerta del Sol, frente a la sede de la Comunidad de Madrid, después del anuncio del nuevo confinamiento, que los manifestantes consideran “clasista” y “segregador”.
La concentración había sido convocada a las 20:00 horas por asociaciones vecinales, después del anuncio del confinamiento en 37 áreas sanitarias, la mayoría del sur obrero, que sólo podrán desplazarse a otros lugares para ir a trabajar.
“Ayuso fascista, eres una clasista”, “No es confinamiento, es segregación” o “No queremos pizza, queremos sanidad” han sido algunos de los lemas que han coreado los manifestantes.
La manifestación fue convocada a través de redes sociales bajo el lema de “Si confináis el sur, pararemos Madrid” y “No es cuarentena, es segregación”. Además, han exigido que se refuerce la sanidad pública.
“Decenas de medidas durísimas de segregación selectiva, y ni una maldita medida de inversión pública en Sanidad, Educación, vivienda o transporte. Por nuestra dignidad”, comentaba una de las cuentas que promovieron esta manifestación en las redes.
El confinamiento en Madrid no sólo esconde su verdadera naturaleza bajo el nombre de “restricciones a la movilidad”. Basta mirar los mapas para darse cuenta de que impone un verdadero apartheid, algo característico de todas las pandemias que ha habido en la historia, fueran reales o ficticias.
Totalmente de acuerdo, y parece que van implementando poco a poco las medidas dictadas desde EEUU para evaluar las reacciones. El estado burgués español está en bancarrota y no da para mucho más. Da toda la impresión de que esto se les va a escapar de las manos. Para ver la amplitud de los recortes que están aplicando basta ver que los jóvenes van dos días al instituto, las papeleras no se recogen ni los parques se limpian.
Es muy probable que estas medidas vayan a ser generalizadas para todo el estado, da la impresión de que no se han atrevido a implementarlas de golpe porque desconocen la reacción que van a producir, y posiblemente están evaluando las resistencias que producen antes de llevarlas a una escala estatal.