El zorro se encarga de cuidar a las gallinas. Biden va a renovar el mandato de Robert Califf al frente de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). Califf es cardiólogo. Ya fue comisionado de la FDA durante los últimos 11 meses del gobierno de Obama y mantiene vínculos multimillonarios con los grandes monopolios farmacéuticos.
Antes de renovar su mandato, Califf se tuvo que someter a una audiencia ante el Senado. “Una de las principales razones por las que la industria farmacéutica es hoy tan poderosa, es su estrecha relación con la FDA y otros organismos públicos estadounidenses”, dijo Bernie Sanders durante la sesión.
No es la FDA la que dirige a las farmacéuticas, sino al revés. “¿Qué clase de consuelo puede dar al pueblo estadounidense cuando usted mismo ha estado tan estrechamente vinculado a la industria farmacéutica?”, le preguntó Sanders.
Califf es consultor de más de una docena de monopolios farmacéuticos. Los contratos que tiene firmados con ellos suman muchos millones de dòlares, sin contar las inversiones que mantiene en ellas, que suman 8 millones de dólares.
“En un momento en que el pueblo estadounidense paga los precios más altos del mundo por los medicamentos recetados y mientras las empresas farmacéuticas siguen siendo el interés especial más poderoso en Washington, necesitamos una dirección en la FDA que finalmente esté dispuesta a enfrentarse a la codicia y el poder de la industria farmacéutica”, dijo Sanders en un comunicado.
“Las empresas farmacéuticas no sólo han gastado más de 4.500 millones de dólares en grupos de presión y cientos de millones de dólares en contribuciones de campaña durante los últimos 20 años, sino que también han creado una puerta giratoria entre la FDA y la industria”, continuó el senador.
“Sorprendentemente, nueve de los últimos 10 comisionados de la FDA pasaron a trabajar para la industria farmacéutica o a formar parte del consejo de administración de una empresa de medicamentos con receta”, añadió.
“Desafortunadamente, el doctor Califf no es la excepción a esa regla”, lamentó Sanders. Después de dejar la FDA en 2017, cobró honorarios de consultoría de Merck, Biogen y Eli Lilly.
“Es exactamente la estrecha relación que Big Pharma ha explotado para regular a la FDA, en lugar de que la FDA los regule a ellos”, agregó. “La pandemia de covid-19 ha dejado más claro que nunca la elección entre los beneficios farmacéuticos y la salud de nuestra gente. En este momento crítico, el doctor Califf no es el dirigente que los estadounidenses necesitan en la FDA y me opondré a su nombramiento”.
Además de Sanders, al menos otros dos senadores demócratas se opusieron a su nombramiento por sus vínculos con la farmafia. Uno de ellos, Joe Manchin, dijo el mes pasado que el nombramiento “no tiene sentido mientras la epidemia de opioides sigue causando estragos en las familias de todo el país sin fin a la vista”.
La crisis de los opioides ha sdo una masacre con receta médica supervisada por la FDA. Los médicos ya han matado a medio millón de estadounidenses en los últimos años.
—https://www.commondreams.org/news/2021/12/14/citing-multimillion-dollar-big-pharma-ties-sanders-vote-no-bidens-pick-fda-chief