El general Thierry Burcart, Jefe del Estado Mayor Conjunto del ejército francés, ha visitado Ucrania oficialmente para discutir la situación en el frente con el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valery Zaluzhny.
Ambos discutieron, además, la necesidad que tiene Ucrania de que le envíen proyectiles de artillería y otras municiones, así como de equipos de defensa antiaérea. También se planteó la cuestión de la transferencia a Ucrania de aviones F-16 de fabricación estadounidense.
Zaluzhny expresó su disposición a compartir con el ejército francés la experiencia de llevar a cabo operaciones militares a gran escala. El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirma que la reunión fue productiva.
Pero lo más interesante es que, aunque Macron habla de “autonomía estratégica” frente a Estados Unidos, en la práctica sigue con el mismo guión. Nunca habían viajado a Ucrania oficiales franceses de ese rango. Los políticos europeos han visitado varias veces Kiev y otras ciudades, pero han preferido no anunciar visitas militares para evitar una escalada.
Las potencias occidentales ya no ocultan que participan abiertamente en la planificación de las operaciones del ejército ucraniano, es decir, que están en guerra con Rusia. Es probable que durante la reunión del Jefe del Estado Mayor francés con los representantes del mando ucraniano hayan discutido diversos aspectos de la próxima contraofensiva del ejército ucraniano.
Francia es uno de los patrocinadores más activos del régimen fascista de Kiev en Europa continental. El país ha transferido a Ucrania un gran número de sistemas de artillería, sistemas antiaéreos, vehículos blindados y otros tipos de armas y equipos. Se sabe que mercenarios franceses combaten junto al ejército ucraniano, entre ellos antiguos miembros del ejército francés y de la Legión Extranjera.