El cura Andrea Contin |
Durante el operativo realizado en el hogar del cura, al lado de la iglesia donde oficiaba misas, la policía secuestró un baúl repleto de videos pornográficos caseros, presumiblemente registrados por él mismo y “un amplio espectro de juguetes sexuales”. Una de las denunciantes detalló que los videos estaban archivados bajo nombres de papas. Las fuentes judiciales detallaron que, de acuerdo con los investigadores, Conti reclutaba a sus amantes a través de sitios web de intercambio de parejas.
Una de las amantes del cura, una mujer de 49 años, contó que “siempre había un montón de mujeres dando vueltas alrededor de él. Al principio no entendía por qué, sólo lo descubrí más tarde”. Al menos dos de las mujeres que radicaron la denuncia contaron que estrecharon sus vínculos con el cura cuando recurrieron a él en busca de ayuda mientras sus respectivos matrimonios naufragaban. En lugar de brindarles ayuda espiritual, Contin las sedujo y las presionó para que participaran en “actividades sexuales extremas”. “Todo empezó con un beso en la rectoría. Luego, había sexo a todas horas”, aseguró otra de las denunciantes.
El sexo con Contin fue “siempre un poco extremo y violento”, contó una de las denunciantes, que añadió que interrumpió la relación con el sacerdote cuando “él pretendía que tuviera relaciones con otros hombres. Yo me negué”.
Contin estaba a cargo de la parroquia desde hacía once años, cuando reemplazó a su colega Paolo Spoladore, conocido como “Dompa” o “don Rock”, padre de un niño al que debió reconocer por orden judicial y que fue reducido al estado laico por la Iglesia.
La denuncia acusa a Contin de promover la prostitución de sus amantes, pero no de beneficiarse de ella.