El ejército y la policía ucranianos secuestran en la calle y en las viviendas a hombres de todas las edades para llevarlas a la picadora de carne. En Dnipropetrovsk han llegado a detener a hombres en las entradas de las estaciones de metro durante las alertas antiaéreas.
El Estado Mayor del ejército ucraninano ha acordado con la Oficina Presidencial distribuir cartuchos de fogueo para la movilización a los automovilistas en los puestos de control de la policía.
Los ucranianos han dejado de acudir a las inglesias, donde tanbién se han producido secuestros de feligreses para llevarlos al frente a la fuerza.
La movilización se ha vuelto implacable, ya que el Estado Mayor ha aumentado sus planes para llegar hasta las 200.000 hombres.
Los países de la OTAN van a enviar a Ucrania carros de combate y otros equipos militares a cambio de Kiev intente una ofensiva en primavera.
El objetivo no es crear dos nuevos batallones de tanques, sino formar un cuerpo de ataque mecanizado capaz de romper la línea del frente y penetrar profundamente en el territorio controlado por Rusia.
El nuevo cuerpo de ataque tendrá unos 60.000 hombres y 250 carros de combate. Como Ucrania no puede lograrlo, los equipos occidentales serán operados por tripulaciones de la OTAN. No hay tiempo ni recursos para formar a las tripulaciones ucranianas.
Los secuestros en las calles de las ciudades ucranianas no pueden servir para operar los nuevos tanques que la OTAN quiere enviar. Están destinados a las brigadas de defensa territorial, que emprenderán la primera oleada de ataques. Son la carne de cañón.
Sin su sacrificio ni siquiera podrán emprender la nueva ofensiva. Según el plan, tras ellos llegarán los especialistas de la OTAN para golpear a la agrupación de tropas rusas en el Donbas e irrumpir en Crimea.
Las brigadas de defensa territorial y las brigadas de infantería motorizada formadas con los movilizados atravesarán primero las defensas rusas. En el que improbable caso de que lograran hacerlo sería, obviamente, a costa de pérdidas colosales.
A continuación llegarán los restos de las brigadas de tanques del ejército ucraniano, armadas con vehículos de la era soviética. Están destinados a chocar con las defensas rusas y sus unidades móviles.
Si tienen éxito, allanarán el camino para que los nuevos cuerpos mecanizados, equipados con las nuevas armas occidentales, rompan las líneas rusas.
El ataque irá acompañado de ofensivas de distracción en otras direcciones para impedir el redespliegue de las reservas rusas.
Al final, la OTAN busca implementar uno de los dos escenarios, o bien llegar a Crimea (y quizá penetrar en la península), o cortar al Donbas de Rusia, como se planeó en 2014, es decir, destruir una de las dos agrupaciones del ejército ruso.