El 2 de marzo Texas acabó con la pesadilla del confinamiento, las mascarillas y las restricciones, y el balance no puede ser más positivo: cero muertes atribuidas al coronavirus, el menor número de “contagiados” en 13 meses y el menor número de hospitalizaciones.
Los estadios deportivos se llenaron de nuevo de espectadores, como ya informamos en otra entrada. Las empresas volvieron a funcionar a pleno rendimiento, los locales se llenaron de clientes y los alumnos volvieron a las aulas.
Los agoreros habían pronosticado una escalada, pero la realidad les ha puesto -otra vez- en su sitio. Biden calificó de “neandertal” al gobernador de Texas, Greg Abbott, y salió en defensa de las mascarillas y las vacunas como único remedio frente a la pandemia. Había que seguir a la “ciencia”, dijo Biden, repitiendo uno de los mantras más extendidos desde hace un año.
El domingo el gobernador Abbott anunció que no se había registrado ninguna muerte relacionada con el coronavirus en Texas en las 24 horas anteriores. Es la única vez que esto ha ocurrido desde el comienzo oficial de la pandemia en marzo del año pasado.
La “tasa de positividad” de siete días ea la más baja jamás registrada desde que los primeros registros del año pasado. Abbott también dijo que las hospitalizaciones relacionadas con el coronavirus estaban en su punto más bajo en 11 meses.
El desastre anunciado no ha aparecido por ninguna parte.
—https://www.newsweek.com/texas-reports-zero-deaths-3-months-after-biden-called-its-reopening-plan-neanderthal-thinking-1591956