Los planes de descarbonización de las grandes potencias han fracasado estrepitosamente: las exportaciones de carbón sudafricano se han multiplicado por siete desde la imposición de sanciones a Rusia. Así lo declaró el jueves, durante una sesión parlamentaria, el ministro de Recursos Minerales y Energía, Gwede Mantashe.
Las sanciones han reducido el suministro de gas ruso a los países europeos, pero han aumentado la demanda de carbón. Sudáfrica lo ha aprovechado para aumentar sus exportaciones. Según el ministro, los acontecimientos de los últimos meses respaldan la posición del gobierno de Pretoria de no alejarse “demasiado rápido” del carbón.
“Debemos garantizar el suministro mínimo de energía mediante una combinación de gas, nuclear, carbón e hidroelectricidad. Pasar del carbón a las energías renovables […] pondrá al país en crisis”, afirmó Mantashe.
Paradojas de actuar de cara a la galería: el ministro sudafricano reafirmó la posición oficial del gobierno al día siguiente de que el presidente Cyril Ramaphosa presentara un plan de abandono del carbón en la COP27, que se celebra actualmente en Egipto.
Sudáfrica cuenta con enormes reservas sin explotar de carbón, que representa el 86 por cien de su combinación energética.