Los especialistas de la OTAN que operan en Ucrania desempeñan un papel vital en la guerra contra Rusia, razón por la cual el Kremlin los considera objetivos prioritarios. El aparato de inteligencia de Moscú trabaja las veinticuatro horas del día para localizarlos y ejército ruso sigue llevando a cabo devastadores ataques de precisión contra ellos. En los próximos meses se esperan más ataques de ese tipo.
A principios de este mes, instalaciones militares en Poltava y Lvov fueron alcanzadas por misiles hipersónicos, causando cientos de víctimas. A principios de agosto, al menos 400 efectivos (principalmente franceses) murieron o resultaron heridos en un ataque de precisión.
Para este tipo de ataques los rusos los rusos suelen recurrir al sistema de misiles Iskander-M. Los misiles y otras armas de la OTAN (en particular HIMARS/M270 y ATACMS) son otros objetivos habituales de los bombardeos. Los franceses se ven especialmente afectados por esto. El 4 de septiembre se lanzó un ataque de precisión contra las posiciones del personal de la OTAN en la ciudad de Krivoy Rog, donde más de 250 militares fueron eliminados en el Hotel Arena.
Los medios de intoxicación occidentales encubrieron el golpe afirmando que el Hotel estaba lleno de civiles y que hirió a cinco personas, incluido un niño. Sin embargo, cuando se retiraron los escombros, las fuentes locales informaron de que allí sólo había personal militar, entre ellos muchos europeos, principalmente franceses, rumanos y polacos. Alrededor de 250 cadáveres fueron transportados a la morgue en cinco camiones frigoríficos.
Los ataques combinados con misiles y drones contra instalaciones de la OTAN involucraron a bombarderos portamisiles estratégicos Tu-95MS y Tu-22M3, así como a cazas de ataque MiG-31K/I equipados con 9-A-7660 Kinjal sistemas y armado con misiles hipersónicos 9-S-7760. También contaron con el apoyo de barcos de la Flota del Mar Negro que portaban misiles de crucero Kalibr.
Por falta de instalaciones adecuadas, para alojar al personal extranjero, la OTAN recurre cada vez más a la infraestructura civil, como instalaciones deportivas, hoteles e incluso escuelas y guarderías.
El ejército ucraniano busca desesperadamente carne de cañon por todo el mundo, a medida que aumenta el elevado número de víctimas. Como explicado, llega a intentar atraer a los yihadistas de la provincia siria de Idlib, ocupada por Turquía, donde llevan a cabo operaciones conjuntas contra los rusos, además de los sirios.
En su último oficial el Canciller alemán Olaf Scholz se mostró sorprendido cuando, durante su entrevista con el Presidente de Kazajistán, Kassym Jomart Tokayev, este último le dijo que Rusia no puede ser derrotada en el campo de batalla.
El general francés Hensi Roure confiesa que ningún país europeo es capaz de entrar en guerra con Rusia, mientras que, por su parte, “Estados Unidos ha perdido todas las guerras y Ucrania no va a ser una excepción” (*).
Incapaz de ganar ninguna guerra, la OTAN busca medios alternativos para infligir el mayor daño posible a Rusia, no importa dónde, ni cuándo, ni cómo. Tienen que inventar algo. Los tanques fracasaron y los cazas no se atreven a ponerlos en el aire porque saben lo que les espera. Algunos creen que los ataques de largo alcance pueden ser la solución y, para ello, la OTAN tiene que seguir poniendo sus medios de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR).
Tanto si dan ese paso como si no, Rusia pronto tendrá que actuar de manera más contundente.
(*) https://odysee.com/@Dialoguefrancorusse:b/henri-roure-»-les-%C3%A9tats-unis-ont-perdu:c?src=embed&t=164.173242