Como ya hemos expuesto en otra entrada, los hospitales de Estados Unidos cobran por cada diagnóstico de coronavirus e incluso por la aplicación de ventiladores a los pacientes.El coronavirus se ha convertido en una fuente de beneficios para la sanidad privada. Cuantos más enfermos mejor. Más dinero. De esa manera se inflan las cifras necesarias para intimidar y hablar de “pandemia”.
Desde el principio de la paranoia el doctor Scott Jensen destapó que en Estados Unidos los hospitales recibían dinero por diagnosticar coronavirus en sus pacientes y la bonificación subía si los pacientes eran puestos en un ventilador.
Tras la denuncia, los cazafantasmas se pusieron en marcha rápidamente para denunciarlo como “bulo” y se encontraron con algo inesperado: que era verdad.
Snopes tuvo que admitir que las afirmaciones del médico eran “plausibles” (1). Politifact dijo que eran “medias verdades” (2) y FactCheck reconoció que eran verdaderas, añadiendo: “La legislación reciente permite a los hospitales cobrar tarifas más altas por los pacientes de Covid-19 y su tratamiento”. Sin embargo, también sostenía que “no hay pruebas de tergiversación fraudulenta” (3).
En efecto, no es un fraude; es algo plenamente aceptado y admitido. Todo es legal. Hasta el propio Jensen dijo que no creía que hubiera fraude, sino sólo una “pista” de ello.
Ley Cares prevé el pago de una bonificación del 20 por ciento de Medicaid a los hospitales por cada diagnóstico de coronavirus, que sube más por el uso de ventilación asistida.
Los pagos son un incentivo para inflar artificialmente el número de positivos porque se manejan cifras muy importantes. La Ley Cares canaliza 175.000 millones de dólares para la “lucha” contra la pandemia, incluidos 15.000 millones de dólares sólo para el tratamiento de pacientes con coronavirus que no tengan seguro médico (4).
Los médicos diagnostican a los positivos para conseguir que una parte del botín vaya a parar a su clínica. Basta que unos pocos miles de médicos lo hagan unos pocos cientos de veces cada uno para crear una “pandemia” de la nada.
Por lo tanto, lo que está en crisis en Estados Unidos no es la pandemia sino el sistema de salud. Hace décadas que ocurre.
En Gran Bretaña el sistema de salud es muy diferente, pero el resultado es el mismo.
El NHS también ha recibido más de 14.000 millones de libras esterlinas en fondos adicionales desde el inicio de la paranoia. El 17 de marzo el director ejecutivo del NHS, Simon Stevens, explicó el destino del dinero: “A nivel nacional, estamos actualmente en el proceso de compra de capacidad a granel de los hospitales independientes”.
Traducción del lenguaje burocrático: estamos pagando a los hospitales privados para que mantengan camas vacías. Otra traducción equivalente: estamos desviando el dinero público para beneficio de las empresas de la sanidad privada.
“Los fondos adicionales para cubrir los costos adicionales de la respuesta de emergencia al coronavirus […] las limitaciones financieras no deben y no serán un obstáculo para tomar medidas inmediatas y necesarias”, añadía Stevens.
Traducción al román paladino: cuanto más tenga que responder un hospital a las emergencias, es decir, cuantas más pruebas realice, más abandone a los pacientes comunes para hacer sitio a la “avalancha”, y cuantas más operaciones corrientes cancele, más dinero recibirá.
El negocio consiste en desperdiciar millones de libras “alquilando a granel” camas en hospitales privados y contratando a los hospitales de emergencia para que se liberen de unos enfermos reales en previsión de los que van a llegar en el futuro.
Además, había otras partidas jugosas, como los “gastos estimados”, que propician la corrupción, e incluso la malversación.
La cuestión de los ventiladores es una buena muestra del negocio de la sanidad. Stevens decía lo siguiente sobre el asunto: “La adquisición nacional de capacidad de asistencia respiratoria, en particular de ventilación mecánica, también está en marcha, en colaboración con el Ministerio de Salud y Bienestar. Además, el gobierno está trabajando con el sector industrial para poner en marcha a los nuevos fabricantes”.
Es evidente que el dinero no iba destinado al tratamiento de ningún enfermo sino de los capitalistas que fabrican ventiladores mecánicos.
A diferencia de Estados Unidos, hasta el momento no hay pruebas directas de que los hospitales del sistema británico de salud cobren incentivos para usar ventiladores.
(1) https://www.snopes.com/fact-check/medicare-hospitals-covid-patients/
(2) https://www.wral.com/fact-check-do-hospitals-get-paid-more-to-treat-covid-19-patients/19156357/
(3) https://www.factcheck.org/2020/04/hospital-payments-and-the-covid-19-death-count/
(4) https://www.hhs.gov/coronavirus/cares-act-provider-relief-fund/index.html
Más información:
– Cómo se están falsificando los certificados de defunción en Estados Unidos sobre la marcha