Los miembros de dos organizaciones civiles de Serbia exigen una compensación por los daños causados por los países de la OTAN durante el bombardeo de Yugoslavia en 1999. La iniciativa tuvo lugar este lunes, en la reunión de dos organizaciones no gubernamentales serbias, el “Foro de Belgrado para la Paz y la Justicia” y el “Club de Generales y Almirantes de Belgrado”, con motivo del 16 aniversario de los criminales bombardeos.
El general retirado Jovo Milanovic, en particular, recordó que la agresión de la OTAN fue una “violación de todas las normas del derecho internacional y trajo a Yugoslavia enormes daños materiales y una gran pérdida de vidas humanas”. La reunión apoyó su iniciativa para solicitar una indemnización y una acción penal contra el español Javier Solana y otros dirigentes imperialistas que aceptaron y apoyaron la decisión de bombardear Yugoeslavia.
La operación “Allied Force” (Operación Fuerza Aliada), que la OTAN llevó a cabo sin la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU, comenzó el 24 de marzo de 1999 y duró 78 días. Los objetivos de los bombarderos de la OTAN y los misiles de crucero lanzados desde buques en el Mediterráneo, fueron diversas instalaciones ubicadas en todo el territorio de Serbia y Montenegro.
El pretexto para la agresión, perpetrada por 19 Estados miembros de la OTAN, entre ellos España, dirigidos por los EEUU, fue el fracaso de las negociaciones sobre Kosovo en la localidad francesa de Rambouillet y la negativa de Serbia a firmar el “plan de paz”, uno de cuyos puntos era aceptar tropas extranjeras en Kosovo, lo que significaba la ocupación militar de la región.
Durante la operación de la OTAN en Yugoslavia, según fuentes serbias, hubo 2.300 ataques aéreos. Las víctimas de los bombardeos se contabilizaron en más de 2.000 civiles (principalmente en el territorio de Kosovo y Metohija) y 1.000 soldados, más de 5.000 personas resultaron heridas y más de 1.000 desaparecidos. Fue destruida casi completamente la infraestructura militar e industrial de Serbia, con más de 1.500 instalaciones arrasadas. De acuerdo con expertos serbios, los daños materiales causados por los bombardeos oscilan entre los 60.000 y 100.000 millones de dólares.