El fiscal del distrito de Manhattan ha pedido hoy al Tribunal Supremo de Nueva York que anule las condenas de Muhammad Aziz y Jalil Islam por el asesinato en 1965 de Malcom X, el dirigente negro de Estados Unidos.
En febrero del año pasado el fiscal Cyrus Vance pidió a sus ayudantes que volvieran a replantear el caso. La investigación de 22 meses confirma que los fiscales, el FBI y la policía de Nueva York ocultaron pruebas cruciales que, de haberse conocido, probablemente habrían llevado a la absolución de los condenados.
Las hijas de Malcolm X ya habían pedido la reapertura de la investigación y el fiscal ha reconocido publicamente el juicio fue un montaje. Este nuevo avance judicial refuerza la tesis del turbio papel desempeñado por el FBI y la policía de Nueva York en los crímenes políticos de aquella época.
En febrero de este año se reveló una carta póstuma y acusadora de un policía que afirmó haberse acercado al entorno de Malcolm X a petición de sus superiores y haber detenido a dos de sus guardaespaldas sólo unos días antes del asesinato, para debilitar la seguridad en torno al dirigente negro.
Un gran número de documentos del FBI que implican a otros sospechosos y las notas de los fiscales muestran que no revelaron la presencia de infiltrados en la sala en el momento del tiroteo. Un testigo superviviente también confirmó la coartada de Muhammad Aziz de que estaba en casa en el momento del tiroteo.
Se reabre así una cicatriz en la historia de Estados Unidos. Más de 50 años después del asesinato de Malcolm X en Nueva York el fiscal quiere exculpar a los dos cabezas de turco condenados por el crimen. “Estos hombres no obtuvieron la justicia que merecían”, ha dicho el fiscal Vance.
El Proyecto Inocencia, una organización que lucha contra los errores judiciales, anunció que presentaría un escrito conjunto con el fiscal y los abogados de los dos condenados hoy en el Tribunal Supremo de Nueva York para obtener la anulación de las condenas de 1966 de Muhammad Aziz y Jalil Islam.
Muhammad Aziz, de 83 años, salió de la cárcel en 1985, y Jalil Islam, liberado tras cumplir su condena en 1987, murió en 2009. Ambos eran entonces miembros de la Nación del Islam, el movimiento al que Malcolm X pertenecía y que acababa de abandonar en medio de crecientes tensiones.
Un documental en Netflix (“¿Quién mató a Malcolm X?”) volvió a plantear dudas sobre la culpabilidad de ambos, que fueron condenados junto con un tercer chivo expiatorio.
Malcolm X, también conocido por su nombre musulmán, El-Hajj Malik El-Shabazz, fue asesinado el 21 de febrero de 1965 de 15 disparos durante un discurso en el Audubon Ballroom de Harlem.
Su asesinato conmocionó a Estados Unidos, simbolizando las tensiones políticas y sociales del país en la década de los sesenta, que también estuvo marcada por el asesinato de Kennedy en 1963 y de otra figura de la lucha contra el racismo, Martin Luther King, en 1968.