El uso constante de una mascarilla contribuye a una sobreproducción de dióxido de carbono que, en presencia de enfermedades respiratorias, puede tener graves consecuencias si se reintroduce en el organismo. Es lo que le han dicho los médicos del Hospital Regina Margherita de Turín a los padres de una niña de 13 años de Aosta, que fue dada de alta tras dos semanas de coma en las que estuvo a punto de morir.
La niña sufre de asma y un día, a finales de mayo, durante un ataque se sintió peor que de costumbre: “No puedo respirar”, le dijo a su madre que, al darse cuenta del peligro, alertó inmediatamente al servicio de emergencias.
La crisis respiratoria fue calificada como grave por el personal sanitario del hospital Parini que, tras hacerse cargo de ella y comprobar que no sufría otras patologías, trasladaron a la niña al hospital de Turín.
La niña permaneció ingresada durante dos semanas, mientras sus padres, que no podían reunirse con ella debido al estricto protocolo contra el coronavirus, iban y venían entre Aosta y Turín prácticamente todos los días para ser informados de la evolución de su hija.
Los médicos de la unidad de cuidados intensivos del Regina Margherita salvaron la vida de la niña, que respondió positivamente a los tratamientos y, tras ser intubada y sedada con fármacos, volvió a respirar lentamente de forma autónoma, hasta el día del alta hospitalaria.
En ese momento los médicos revelaron a sus padres que la causa de la crisis respiratoria no era la falta de oxígeno o de aire en los pulmones, sino haber respirado demasiado dióxido de carbono “autoproducido”, es decir, generado por la propia actividad respiratoria de la niña, complicada también por el uso quizás excesivo de la mascarilla quirúrgica para protegerse del coronavirus.
Al salir por la boca el carbono se encontró con la barrera generada por el tejido y esos factores, unidos a la patología asmática, generaron la crisis.
https://www.valledaostaglocal.it/2020/07/13/leggi-notizia/argomenti/cronaca-4/articolo/respira-troppa-anidride-carbonica-sotto-la-mascherina-13enne-aostana-finisce-in-coma.html
Cuando se sufre una crisis de ansiedad grave se dan problemas de este tipo. Nos intoxicamos con nuestro propio CO2. La mascarilla no provoca está intoxicación, sino el proceso de hiperventilación. No nos inventemos las noticias. En cuanto al asma, no empeora con las mascarillas. De hecho, en ocasiones, mejora. Respiramos aire filtrado, con menos alérgenos y contaminantes. Y el asma es sobre todo una sobrerreacción a la exposición a esos alérgenos y contaminantes. Esa niña, probablemente, tuvo un broncoespasmo, entró en pánico y todo vino en cadena. Atrevida es la ignorancia, que decía un primo mío.
Dónde va a parar la ignorancia, que incluso se atreve a sospechar que llevar los agujeros de respirar tapados durante gran parte del día, e incluso haciendo ejercicio, es una deprecación y un mal. Vengan expertos con muchos años de prepropaganda (“formación”) a blanquear la basura del paradigma infectó-contagioso.
Todas son noticias falsas, sin pruebas.
Y las opiniones que publican son totalmente infundadas y absurdas.
Digo yo que tener la boca tapada mucho rato algún daño tendrá que hacer. No puede ser inocuo. Va contra la misma naturaleza de la respiración.
Es evidente de que carece usted de los años de adoctrinamiento dogmático (“estudios bio-médicos”) que le permitan hablar sin sentido común (“con competencia técnica”) del asunto de tapar los caprichosos agujeros de respirar todo el santo día, y encontrar justificaciones neonormales a lo palmariamente absurdo y criminal.