El viernes las milicias del Donbas interceptaron un comando de saboteadores ucranianos que, al parecer, intentaban volar una planta química. Dos saboteadores fueron ejecutados y otros tres están detenidos.
También han explotado varios coches bomba en Donetsk, dirigidos contra funcionarios del gobierno. Con las calles vacías, Donetsk es una ciudad fantasma a la que llegan voluntarios de Rusia y de varios países europeos para combatir a la OTAN y los nazis ucranianos.
Mientras, los bombardeos ucranianos aumentan su intensidad. Desde hace varios días cae un diluvio de fuego sobre el Donbass. El ejército ucraniano utiliza artillería pesada a pesar de los Acuerdos de Minsk, que para el gobierno de Kiev no son más que papel mojado.
A pesar de las tranquilizadoras declaraciones del gobierno ucraniano, los tanques se concentran en la frontera. Todo apunta a una inminente ofensiva y las repúblicas populares del Donbas siguen con la movilización general. Se invita a los hombres de 18 a 60 años a alistarse en las fuerzas de defensa, varios miles ya se han inscrito.
Ayer el gobierno de Kiev decidió evacuar el gobierno y el parlamento de Lvov, una ciudad fronteriza con Polonia.
Las repúblicas de Donetsk y Lugansk siguen con la evacuación de civiles a Rusia. Los primeros en salir han sido los niños de los orfanatos de Donetsk cuyos padres cayeron combatiendo contra los golpistas ucranianos desde 2014.
El gobierno ruso espera la llegada de 700.000 refugiados y ha ordenado la creación urgente de albergues de acogida. Moscú entregará una suma de 10.000 rublos a cada uno de los que lleguen, además del alojamiento, las comidas y la atención médica.
Qué simpáticos son los nazis ucranianos, qué buenas gentes son! Los modelos a seguir de los regímenes plurales y democráticos occidentales. Son igual de buenas personas que la mayoría de los habitantes de España (modo sarcástico para quien no lo pille, o sea la mayoría)