Rusia y China quieren crear una nueva moneda de reserva

El 22 de junio Putin declaró que se está desarrollando una nueva moneda de reserva en el seno de los Brics, que se basará en una cesta de monedas de los países miembros del grupo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Todos estos países son productores de oro.

“Se está estudiando la posibilidad de crear una moneda de reserva internacional basada en una cesta de monedas de nuestros países”, anunció Putin en el foro económico de los Brics celebrado en Pekín. “Estamos dispuestos a cooperar abiertamente con todos los socios honestos”.

Esta política monetaria se dirige contra el dólar estadounidense, cuyo dominio en la economía mundial ha ido disminuyendo inexorablemente en los últimos veinte años, frente al euro, el yuan o el rublo. Rusia y China, aliados políticos, energéticos y económicos, quieren liberarse de Estados Unidos en la escena internacional.

La creación de una nueva moneda de reserva permitirá a los Brics crear su propia unidad monetaria. Una posibilidad es que la cesta de divisas del Brics atraiga no sólo las reservas de divisas de los miembros del grupo, sino también las de los países aliados.

La rapidez con la que Estados Unidos y sus aliados impusieron sanciones a las reservas de divisas rusas a finales de febrero y principios de marzo (congelando aproximadamente la mitad de las reservas de divisas del Banco de Rusia, es decir, el equivalente a 300.000 millones de dólares y euros) conmocionó al gobierno ruso. El Banco Central de Rusia lo ha reconocido públicamente. China también ha observado la rapidez y el sigilo de las acciones del Tesoro estadounidense en la localización y congelación de activos monetarios estatales rusos.

En 2014 Rusia y China se propusieron reducir la proporción del dólar en sus reservas de divisas y lo sustituyeron por lingotes de oro. China ha estado comprando oro a un ritmo constante desde principios de la década de 2010 para aumentar sus reservas y asegurar el valor del yuan/renminbi. Rusia lleva aplicando una política similar. Ambos países firmaron un acuerdo bilateral para acceder a la moneda del otro sin tener que comprarla en el mercado de divisas. En 2017 el acuerdo se prorrogó por tres años. El objetivo es evitar el uso del dólar para pagar el comercio entre China y Rusia. Putin ha dicho en repetidas ocasiones que Estados Unidos utiliza su moneda como instrumento de lucha política.

China lleva trabajando desde al menos 2010 para crear un sistema monetario regional, basado en el yuan y el oro, con el fin de pasar de ser una potencia industrial a una financiera.

Los países occidentales entendieron esta estrategia de Moscú y Pekín. El 26 de junio los cabecillas del G7 prohibieron las importaciones de oro ruso. Sin embargo, esta medida tendrá poco efecto. China, India y Turquía son grandes importadores de oro y sustituirán fácilmente el mercado occidental del oro ruso.

El intento de Estados Unidos de aislar a Rusia en los mercados internacionales no ha logrado sus objetivos. De hecho, China está apoyando públicamente a Rusia, a la que considera un “aliado”. El 15 de junio los medios de comunicación públicos chinos informaron de que el presidente chino, Xi Jinping, le dijo a Putin que Pekín seguiría apoyando a Moscú en materia de “soberanía y seguridad”. Desde las sanciones occidentales al petróleo ruso, Rusia se ha convertido en el mayor proveedor de crudo de China. Pekín apoya a Rusia en la cuestión de Ucrania y critica públicamente la expansión de la OTAN, el brazo militar de Washington. Regularmente los comunicados oficiales chinos insisten en que “los intentos de ampliar las alianzas militares y buscar la propia seguridad a expensas de los demás sólo alimentan un dilema de seguridad”.

Rusia ha podido desarrollar su participación e influencia en los Brics, al que ahora quieren unirse Argentina e Irán. Al parecer, Arabia Saudí también está interesada en unirse al grupo.

Moscú quiere desarrollar e implantar en el seno de los Brics un sistema internacional de mensajería y pagos alternativo al Swift, un sistema controlado por los Estados occidentales. Rusia quiere conectar su propio sistema, el Pesa, a la red de los Brics.

El 22 de junio Putin declaró que, junto con los socios del Brics, “se están desarrollando mecanismos alternativos fiables para los pagos internacionales”.

“El sistema ruso de transmisión de mensajes financieros está abierto para conectar los bancos de los cinco países. La geografía del uso del sistema de pago ruso Mir se está ampliando”, añadió Putin.

Aumento de las liquidaciones en monedas nacionales

La creación de una moneda alternativa basada en una cesta de monedas de los Brics dependerá del aumento de la proporción de liquidaciones en monedas nacionales, así como de la consecución de un cierto nivel de desdolarización, explicó el 27 de junio Nikita Kondratiev, subdirector del Departamento de Cooperación Económica Multilateral y Proyectos Especiales del Ministerio de Desarrollo Económico de Rusia.

Según Kondratiev, antes de lanzar una nueva moneda internacional es necesario construir una arquitectura financiera común entre los países asociados. “Sin un aumento de la cuota de liquidaciones en monedas nacionales, sin una cierta cuota de desdolarización, que se está produciendo ahora en el marco de los Brics, sin mecanismos financieros, el fondo de reservas de divisas contingentes de los Brics, que ahora existe y se está probando teniendo en cuenta cestas de monedas nacionales, no será posible lograr la creación de una moneda alternativa común”, dijo Kondratiev.

Actualmente el porcentaje de liquidaciones comerciales en moneda nacional de los países Brics es del 38 por cien, mientras que en 2013-2014 la cifra era solo del 3 por cien. En un futuro próximo, se espera que aumente al 50 por cien, incluso a través del comercio de productos agrícolas y bienes de consumo.

El 29 de junio el vicepresidente primero del Banco Central de la Federación Rusa, Vladimir Chistyujin, declaró que “el papel del dólar estadounidense y del euro como monedas de reserva se ha agotado, no sólo para Rusia, sino también para otros países”.

Los dirigentes del G7 son reacios a negociar con Rusia. La guerra entre Rusia y la OTAN a través de Ucrania no puede sino acelerar la desdolarización de la economía mundial, mientras Rusia cuenta con el apoyo de China, India y decenas de otras potencias regionales en Asia, Oriente Medio, África y Sudamérica.

Las tensiones internacionales y la inflación que afecta a la zona euro y a Estados Unidos desde julio del año pasado alimentan la estabilidad o incluso la subida de los precios del oro. A mediodía del 29 de junio, el precio del oro alcanzó un máximo de 1.834,2 dólares por onza y se estabilizó en 1.819 dólares por onza, lo que supone un aumento interanual del 3,27 por cien.

Swann Collins https://eurasiabusinessnews.com/2022/06/29/la-russie-et-la-chine-veulent-creer-une-nouvelle-monnaie-de-reserve/

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