Ayer Putin convocó una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad. Los participantes adoptaron el acuerdo de reconocer la independencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk. Inmediatamente después el gobierno ruso firmó un acuerdo de amistad, cooperación y asistencia con ambas repúblicas. Por la noche Putin pronunció un discurso en la televisión.
Es un puñetazo encima de la mesa con el que el Kremlin pretende enmendar 30 años de desastres, consecuencia de la disolución de la URSS y de las continuas concesiones realizadas a los imperialistas, que no han conducido a ninguna parte.
“Todas nuestras propuestas sobre seguridad han sido ignoradas. Rusia tiene derecho a tomar represalias, y lo haremos”, dijo Putin en la televisión.
Es el fin de los Acuerdos de Minsk, que hasta ahora sólo habían sido burlados por el gobierno de Kiev y en cuya defensa no han salido ninguno de los dos países occidentales que se habían comprometido al cumplimiento, a saber Alemania y Francia.
Como suele ocurrir, es interesante analizar el discurso televisado de Putin, sobre todo teniendo en cuenta que mezcla numerosas cuestiones que forman parte de la historia del movimiento comunista internacional.
En 2014 los imperialistas patrocinaron un Golpe de Estado en Kiev que ha arrasado un país entero, como antes arrasaron Irak, Afganistán, Libia o Siria. A Estados Unidos no le intreresa Ucrania para nada, salvo por su vecindad con Rusia. Su interés es convertir el territorio en una gran base militar de avanzada y, eventualmente, en un campo de batalla.
Era de esperar que en medio de esta marejada internacional, Ucrania saliera perdiendo porque, como buenas marionetas, nunca ha sido otra cosa que la moneda de cambio de las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos.
En su discurso Putin califica al país vecino como una “colonia”, que no ha vacilado en cometer crímenes como el de la casa sindical en Odesa, donde numerosas personas fueron quemadas vivas por las hordas nazis que partiparon en el golpe de 2014 y que cobraban un millón de dólares al día de la embajada estadounidense.
Putin lanzó claras advertencias hacia Ucrania y utilizó la expresión “Novorossya”, que es característica de los nacionalistas rusos y denota la voluntad de anexionarse las Repúblicas de Donetsk y Lugansk. Hasta ahora no era corriente en los mentideros oficiales rusos, que preferían hablar del Donbas.
Pero el discurso no se queda en el Donbas y deja muy claro que afecta a toda Ucrania. Es una seria advertencia para el futuro.