Dichos equipamientos incluían tanques, vehículos, misiles, sistemas de comunicación y dispositivos para la guerra electrónica, todos ellos suministrados el año pasado por empresas del sector de la defensa.
Las tropas terrestres, la infantería de la Flota del Mar Negro y de la Flotilla del Caspio, y las unidades especiales del Distrito Militar Sur recibieron más de 1.400 equipos militares”, ha aseverado la misma fuente.
En el marco del mencionado programa, aún sigue la entrega de tanques T-72B3, de vehículos de infantería BMP-3 y de vehículos blindados BTR-82A. El ambicioso programa de modernización de las Fuerzas Armadas de Rusia, iniciado en 2010, prevé aumentar para 2020 la cuota de armas modernas en el Ejército hasta el 70 por ciento en general, y el 100 por ciento en algunas unidades.
Rusia está modernizando sus equipos militares con el fin de blindar su capacidad ofensiva y defensiva, dadas las tensiones con los imperialistas, en particular, con Estados Unidos, por temas como la crisis en Siria y Ucrania, entre otros, lo que, de hecho, podría finalmente desencadenar una guerra entre las partes.
Hace pocos días, el Distrito Militar Sur ruso anunció que sus efectivos realizaron el año pasado unas 180 inspecciones sorpresa para valorar la disponibilidad operacional y de combate de las unidades, un acto rutinario en Rusia en los últimos años.