Rusia multiplica por tres el número de muertos por la pandemia de la noche a la mañana

Los gobiernos tienen grandes oficinas de estadísticas cuyos funcionarios no saben sumar. Quizá no quieran sumar o sumen de manera diferente según el día de la semana, como le ha ocurrido a Rusia, que hasta ayer contaba 55.265 muertos a causa del coronavirus y se le ocurrió multiplicar la cifra por tres: 186.000 fallecidos desde el comienzo de este año.

De golpe el exceso de mortalidad es un 14 por ciento superior al del año pasado (1). Ya pueden hablar de pandemia.

A diferencia de otros países, la definición rusa de una muerte a causa del coronavirus era impecable. La oficina de estadística Rosstat solo contabilizaba los fallecimientos por coronavirus confirmados a través de una autopsia y el virus debía aparecer como la causa principal. Sin una autopsia o en presencia de otras condiciones, la muerte no se atribuía al coronavirus.

Por el contrario, la mayoría de los demás países incluyen en sus estadísticas cualquier muerte de una persona “portadora del virus”, bien por prueba o evaluación clínica. Otros, como Bélgica, van aún más lejos: toda muerte “inexplicada” se atribuye al virus.

En Rusia el exceso de mortalidad entre enero y noviembre de este año es de 229.700 fallecimientos respecto del mismo período del año anterior. “Más del 81 por ciento del alza en la mortalidad en este período se debe al Covid-19 o a las consecuencias de la enfermedad”, ha dicho la viceprimera ministra rusa, Tatiana Golikova (2).

Es un explicación típica, pero muy poco satifactoria. Si eso fuera así, al gobierno ruso aún le queda por explicar un 19 por ciento de exceso de mortalidad que no pueden atribuir al virus. ¿A qué lo atribuyen?

Quizá a factores como la reducción del número de médicos de distrito, que pasó de 73.200 a 60.900 entre 2005 y 2016. Quizá el gobierno ruso, como los demás, prefiere gastar el dinero en fabricar vacunas que en contratar más personal sanitario.

Hasta ahora el número de muertes, 340 por millón de habitantes, situaba a Rusia muy por detrás de la mayoría de los países europeos, a menudo de 500 a 900 muertes por millón de habitantes, o de Estados Unidos, con 940 muertes por millón.

Ahora los nuevos datos convierten a Rusia en el tercer país del mundo con mayor número de muertos por coronavirus, después de Estados Unidos, que contabiliza más de 330.000, y de Brasil, que suma más de 190.000.

El gobierno impuso el cierre de fronteras y escuelas, así como la prohibición de reuniones masivas. Pero no ordenó el confinamiento generalizado, ni obligó a usar mascarillas.

No hay fotos de Putin con mascarilla. Durante toda la pandemia ha mantenido la agenda de reuniones. No obstante, en alguna ocasión ha aparecido vestido de astronauta, posando para los medios en el hospital e incluso en una reunión de la Presidencia.

Las medidas restrictivas han sido adoptadas por las regiones y los ayuntamientos. No obstante, el 28 de marzo el gobierno federal ordenó el cierre de restaurantes y otros negocios “no esenciales” durante una semana, que se conoció como la “semana no laborable”.

El alcalde de Moscú decretó el confinamiento de la ciudad el 30 de marzo, que se extendió hasta el 1 de mayo. El 31 de marzo el Primer Ministro Mijail Mishustin extendió el confinamiento a San Petersburgo y a varias regiones y repúblicas de la Federación.

En algunas zonas sólo confinaron a los ancianos y en ciertos casos impusieron la obligatoriedad de las mascarillas.

Según una encuesta del centro público VTsIOM, publicada el jueves de la semana pasada, sólo el 38 por ciento de los rusos tienen la intención de vacunarse.

(1) https://eng.gks.ru/
(2) https://tass.com/society/1240551

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