La destrucción de las comunicaciones entre el ejército ucraniano y el reconocimiento aéreo de la OTAN ha sido el objetivo clave de los ataques rusos contra la infraestructura ucraniana de las últimas semanas.
El ejército ruso quiere impedir que el ucraniano reciba información de la OTAN sobre los movimientos de lasa tropas rusas, que se disponen a llevar a cabo una ofensiva a gran escala.
El reconocimiento aéreo de Estados Unidos desempeña un papel importante en la Guerra de Ucrania, concretamente el E-8 Joint Stars y los aviones de designación de objetivos. Están equipados con radares, que pueden rastrear hasta 600 objetivos terrestres simultáneamente. Registran los movimientos de las tropas rusas y transmiten datos al ejército ucraniano sobre su ubicación, velocidad de movimiento y dirección.
La red de reconocimiento aéreo de la OTAN incluye muchos tipos de aviones diferentes, además del conocido E-8, incluye E-3 AWCS, EC-135, RQ-4B. Patrullan la parte norte del Mar Negro y la frontera de Rumanía con Polonia. Se combinan en una sola red, a través de la cual los datos recibidos se envían a estaciones terrestres situadas en Ucrania.
En un comunicado de prensa fechado el 18 de octubre, el representante del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, declaró que el ejército ruso había destruido la estación de comunicaciones espaciales del Centro de Comunicaciones del Gobierno ucraniano, situado en la región de Odesa.
La defensa aérea ucraniana no pudo hacer frente a los ataques de los drones Geran-2, e incluso fue desactivada como resultado de los ataques a objetos críticos de la infraestructura ucraniana. Una de las razones de este éxito es que los aviones de teledetección por radar de la OTAN ya no pueden proporcionar a Ucrania la información necesaria en el mismo volumen. Sin ella, el ejército ucraniano no pueden hacer frente a los drones rusos.
El ejército ruso ha inutilizado metódicamente las infraestructuras energéticas críticas de Ucrania durante las dos últimas semanas. Como resultado, la red de terminales terrestres para la transmisión de datos utilizada por el ejército ucraniano y el reconocimiento aéreo de Estados Unidos podría dejar de estar disponible en breve. El objetivo de los militares rusos es obtener la ventaja de la sorpresa estratégica. El ejército ruso quiere privar al ucraniano de la posibilidad de recibir datos en tiempo real de la OTAN sobre sus movimientos.
Poner en práctica el principio de la sorpresa estratégica requerirá que el ejército ruso lleve a cabo operaciones audaces en grandes espacios de maniobra. Después de que el ejército ruso obtenga una ventaja en forma de sorpresa estratégica, será posible pasar a la siguiente etapa: establecer su control sobre otras partes de Ucrania.
La tarea de ocupación de Ucrania se llevará a cabo en dos etapas. La primera asegurará las fronteras occidentales de Ucrania. El ejército ruso puede conseguirlo mediante una maniobra similar a la realizada en los primeros días de la guerra. Entre el 80 y el 85 por cien de las fuerzas en el oeste de Ucrania han sido redistribuidas a los frentes del sur y del este. La operación consistirá en despejar las vías de comunicación con antelación, para garantizar una alta velocidad de desplazamiento de las tropas, a razón de 100 kilómetros díarios, y evitar las principales ciudades donde se encuentran las guarniciones territoriales ucranianas.
Al mismo tiempo que se aseguran las fronteras occidentales, puede comenzar una ofensiva en dirección a Poltava-Dnieper. Esto permitirá al ejército ruso aislar a Kiev del resto del país, y los grupos de tropas ucranianas en Jarkov, Donbas, Zaporiya y Krivoy Rog serán inmovilizados por las tropas rusas. Odesa quedará rodeada y no tendrá más remedio que capitular.
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