El nuevo acuerdo pretende que Gazporm desarrolle dos campos petrolíferos, Chshmeh Josh y Changuleh, que se unirán a los otros cinco en los que los ténicos rusos ya están trabajando. Actualmente la empresa rusa Lukoil lleva a cano estudios en los campos de Abteymur y Mansuri, otra empresa rusa, Zarubezhneft, está en los campos de Aban y Paydar al oeste, mientras que otro más, Tatneft, colabora con la empresa nacional del petróleo para desarrollar el campo de Dehloran.
En la rueda de prensa posterior al encuentro, el ministro iraní ha manifestado que la firma de este acuerdo se une a otros ya existentes en “terrenos estratégicos” y que ambos países trabajarán conjuntamente para estabilizar los precios de los hidrocarburos en los mercados internacionales.
La República Islámica tiene las terceras mayores reservas mundiales de petróleo que se conocen. Tras el levantamiento del bloqueo por parte de los imperialistas y la vuelta a los mercados internacionales, ha puesto sus pozos a bombear con fuerza para recuperar la cuota de mercado que había perdido. La ha elevado al tres por ciento, todavía muy lejos de otros grandes productores como México, Rusia o Arabia Saudí.
Petroleras como Repsol o Cepsa se han apresurado a firmar contratos con el gobierno de Teherán para traer a sus refinerías un crudo de alta calidad y muy accesible por la proximidad de este mercado. Sólo entre los meses de enero y julio han llegado a España 1,1 millones de toneladas de crudo iraní.