Vietnam se encuentra bajo la presión de “la Cuadrilateral” (Estados Unidos, Japón, Australia e India) para unirse a una coalición para contener a China, una presión contrarrestada por los acuerdos de libre comercio que mantiene paralelamente con la Unión Euroasiática, así como por los acuerdos militares que mantiene con Rusia, su socio histórico, que han permitido a Hanoi mantener un cierto equilibrio.
La controversia sobre Rosneft ha introducido a Rusia en la disputa sobre el Mar de China Meridional, pero esto podría ser algo bueno porque Moscú promueve el derecho internacional y las negociaciones en lugar de empujar a sus socios a la guerra, como la Cuadrilateral.
Es probable que a China no le guste esto porque prefiere tratar bilateralmente todas las cuestiones delicadas como parte de una política a largo plazo, pero gradualmente podría ver algo positivo en ello.
El nuevo papel de Rusia podría compensar la presión militarista de la Cuadrilateral obligando a Vietnam a considerar la apertura de negociaciones con China sobre este tema, ya que ambas partes están muy unidas diplomáticamente.
Una posible solución sería que Rusia compartiera la energía de las regiones en disputa y compartiera los beneficios y recursos con cada una de ellas, según una fórmula que acordaron de antemano en un acuerdo para redefinir formalmente la frontera marítima.
Rusia ya ha acordado desarrollar conjuntamente recursos energéticos en la zona gris del antiguo conflicto con Noruega, miembro de la OTAN, en el Mar de Barents, tras un acuerdo de 2010.
https://orientalreview.org/2018/05/25/will-russias-energy-diplomacy-help-vietnam-and-china-make-a-deal