“El 27 de abril de 2015 se comunicó (burofax) a la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada la intención del banco de resolver los contratos de alquiler de las cajas de seguridad, como consecuencia del cese de actividad, con citación de sus propietarios para que pudieran retirar el contenido de las mismas, salvo instrucción expresa en contrario de la mencionada Fiscalía respecto a algún cliente en particular. Una vez transcurrido el plazo estipulado sin haberse recibido ninguna respuesta en contra, con fecha 12 de mayo de 2015 se comunicó a todos los clientes por parte de la administración concursal la resolución de todos los contratos de alquiler de cajas de seguridad, estos procedieron de forma ordenada a retirar sus pertenencias a lo largo del segundo semestre del año”, explica el primer informe trimestral sobre el estado de la liquidación de la entidad.
La cosa es más grave todavía si tenemos en cuenta que Banco Madrid fue intervenido y se encuentra en liquidación no por problemas de solvencia, sino por las acusaciones de blanqueo de capitales del Tesoro de Estados Unidos a su matriz, BPA (Banca Privada d’Andorra). Unas acusaciones luego referidas también a la filial española en el famoso informe del Sepblac, aquel que se perdió siete meses entre el Ministerio de Economía y el Banco de España y que apareció con nuevas acusaciones, casualidades de la vida, el mismo día de la intervención de BPA.
La cosa es más grave si tenemos en cuenta que Banco Madrid fue intervenido y se encuentra en liquidación por las acusaciones de blanqueo de capitales
Pues bien, si eres fiscal, tienes un banco acusado oficialmente de colaborar con el blanqueo y sus administradores te dan la oportunidad de echar un vistazo al contenido de las cajas de seguridad de clientes sobre los que pueden recaer sospechas de este delito, lo lógico parece que la aproveches. Aunque luego no encuentres nada. En todo caso, la gente no suele alquilar cajas de seguridad en los bancos privados para guardar cosas que son del dominio público, sino más bien las que no quiere que nadie encuentre.
En descargo de Anticorrupción hay que reconocer que han estado bastante liadillos en las últimas fechas con la auténtica cascada de casos de corrupción que padece nuestro país y que parece no tener fin. Y ya se sabe la queja secular de la falta de medios materiales y humanos de la Justicia, lo que imposibilita llevar a cabo todas las actuaciones que le gustaría.
Para más inri, ha habido gente que no ha ido a retirar sus pertenencias, algo que puede obedecer a una disparidad de causas: olvido, fallecimiento, irrelevancia del contenido… o miedo precisamente a que te pillen con las manos en la masa sacando lo que no debería estar ahí. Los administradores concursales, Pedro Bautista Martín y Francisco Vera, han abierto esas cajas en una notaría de Madrid que tiene allí guardado su contenido. A disposición de la Fiscalía, si tiene un ratillo para pasarse por allí.