El escándalo que rodea al ex rey español Juan Carlos y su fuga de la justicia al ser investigado por corrupción, lavado de dinero y evasión de impuestos sigue aumentando. Tras las maniobras de distracción, según las cuales supuestamente se dirigía a la República Dominicana como país de exilio, se ha confirmado que se encuentra en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). En concreto en Abu Dhabi, y desde donde primero se filtró una foto a los medios de comunicación de su llegada, y luego se confirmó la estancia desde Casa Real.
La antigua amante de Juan Carlos, Corinna Larsen, acaba de hablar largo y tendido en una entrevista con la BBC. […] Pero cuanto más sabemos, más confirmamos que el asunto Corinna es tan solo la punta del iceberg de un escándalo mucho más grande. Probablemente hay «cientos de cuentas» en otros lugares, dice Corinna, y considera «extraordinario» que con el tema Juan Carlos, el foco acabe poniéndose en ella, ya que las actuaciones que se investigan fueron el «modus operandi de un negocio familiar durante 40 años», desde mucho antes de que ella apareciera en la palestra. Y, por esta razón, también relaciona todo el proceso y los enredos que han surgido desde hace tiempo con el heredero del trono, el ya rey Felipe VI, y sostiene que todavía tienen muchos explosivos para el gobierno socialdemócrata.
En cualquier caso, el gobierno no se está cubriendo de gloria en cuanto a su voluntad de iluminación y transparencia, sino que se apoya en la ofuscación. En los últimos días, se ha aclarado que incluso estaba al tanto de los planes de fuga y los apoyaba. El contribuyente español al menos, hasta donde el gobierno ha concedido hasta ahora, paga por la guardia de seguridad del rey en los Emiratos Unidos.
Esto dejó claro que el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, mentía cuando afirmó en un primer momento no conocer el paradero de Juan Carlos. También se podría criticar a su gobierno por impedir siempre la investigación de los antecedentes y los oscuros negocios de Juan Carlos. Y ahora los socialdemócratas, en alianza con la derecha -incluyendo al radical de derecha Vox- han evitado una vez más que Sánchez tenga que responder a preguntas sobre la fuga de Juan Carlos ante el Parlamento.
Telépolis ha hablado con una excelente experta en Juan Carlos sobre los últimos acontecimientos, su historia, su partida y el papel de los socialistas. El futuro tambaleante de la monarquía es otro tema. Los pilares de la institución tuvieron que reforzarse en 2014 cuando Juan Carlos tuvo que abdicar ante sus escándalos. La periodista Rebeca Quintáns ya había roto con los mitos sobre el supuesto «salvador de la democracia» en el intento de golpe de 1981, hace 20 años, en el libro «Un rey golpe a golpe», en el que también expuso sus oscuros negocios en todo el mundo. Por autoprotección, en aquel momento, por razones de seguridad, lo firmó bajo el seudónimo de Patricia Sverlo.
¿Le sorprende que el ex rey español, ante las investigaciones en su contra, haya decidido irse a Emiratos Árabes Unidos?
El hecho de que esté allí se explica por sí mismo. Solía ir allí mucho en el pasado. Para mí, esto está relacionado con lo que su antigua amante testificó sobre que siempre volvía de los países árabes con maletas llenas de dinero. Estuvo en Abu Dhabi a menudo, incluso varias veces al año. Tal vez ahora tuviera que ir a buscar algunas maletas de nuevo (risas). Pero lo que más me sorprende es su descaro. Es notable y también muy molesto que vaya al lugar donde recibió los sobornos, como sabemos, y a sabiendas de que lo sabremos todos. Veremos a dónde va más tarde.
¿No tiene el paradero mucho que ver con el hecho de que no existe un acuerdo de extradición con Suiza, donde se inició la investigación?
Eso ciertamente es un punto a favor para elegir los Emiratos como destino. Sobre todo, intentarán obstruir las investigaciones, para retrasarlas lo máximo posible. Después de todo, Juan Carlos ya tiene 82 años. Los Emiratos probablemente se resistirán a cualquier extradición. Pero no creo que escape completamente a la justicia, sino que se retrasará… Por ejemplo, debido a su edad, puede que consigan retrasos, o que sólo sea interrogado por videoconferencia… cosas similares. Debemos estar preparados para un largo proceso legal.
¿Qué significa que España también ha comenzado repentinamente sus propias investigaciones después del comienzo de Suiza?
Este es un intento de controlar y frenar las investigaciones suizas.
¿Juan Carlos tiene algo que temer en España? En España, al menos durante su mandato, se habla de «inviolabilidad», por lo que aquí sólo se investigan los casos de blanqueo de dinero y evasión fiscal por hechos posteriores a su abdicación en 2014, y no también los casos de corrupción como en Suiza.
Tendría mucho que temer en España, si se empezara a investigar todo lo sucedido. Pero no creo que tenga que sentarse en el banquillo de los acusados aquí. La fiscalía española probablemente le dirá a los suizos que no necesitan investigar más, porque ya lo están haciendo ellos, y no van a investigar los mismos delitos en dos juzgados de dos países diferentes. Es una forma de pretender tomar el control. Pero para que esto suceda, sin embargo, debe ser acusado formalmente aquí, lo cual aún no ha sucedido. Si España no lo hace, no hay nada que impida que se le acuse de delitos aún más graves en Suiza.
Se ha ganado tiempo y se está sopesando el asunto… Es complejo, porque solo la acusación formal del ex jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas, por parte de la Fiscalía del Tribunal Supremo de España, sería un escándalo en sí mismo. Incluso si más tarde fuera declarado inocente, el escándalo sería enorme. Será muy difícil salvarlo, pero lo intentarán. Por lo tanto, se pondrán en marcha todo tipo de maniobras legales y políticas.
¿Cuál es el papel del gobierno socialdemócrata de Pedro Sánchez en lo que muchos llaman «huida»? Ya ha declarado en varias entrevistas que Sánchez fue el candidato real en la lucha por el poder de su partido.
Cuando Sánchez reemplazó a Alfredo Pérez Rubalcaba en la dirección del partido en 2014, algunos aquí afirmaron que fue la Casa Real la que lo eligió. Lo que está claro es que tenía el beneplácito de la Zarzuela. Y Sánchez está cumpliendo su papel de defensor de la monarquía. No puede hacer mucho, pero hace lo que puede.
¿Hay conexiones directas entre Sánchez y la casa real?
Sánchez tiene un currículum muy curioso. Puede ser una coincidencia que estudiara en el mismo instituto que Letizia, la esposa del actual Rey Felipe, en un instituto, el Ramiro de Maetzu, que aunque es público, reúne a la flor y nata de la sociedad madrileña. Más tarde estudió en una universidad privada, exclusiva y ultracatólica, «Real Centro Universitario Escorial-María Cristina». Esta es una universidad cara y muy extraña: sólo se pueden obtener tres titulaciones: Derecho, Económicas y Artes Ilusionistas (para ser mago). Y de ahí pasó directamente a la política. Pero no sé nada sobre las conexiones directas con la familia real.
Hace seis años Juan Carlos tuvo que abdicar a causa de numerosos escándalos y le dio el trono a Felipe. Esto fue visto generalmente como un intento de salvar la monarquía. ¿Está el rescate en peligro ahora?
Sí, por supuesto. La monarquía se derrumbará, no hay forma de salvarla. Todas las estrategias que se están usando ahora sólo pueden retrasar el hecho en sí. Juan Carlos ya está agotado… Ahora se hace una campaña contra el padre y se deja al hijo fuera deliberadamente. Desde un punto de vista periodístico, ¿no es normal dosificar la información? Una vez que hayan saldado cuentas con Juan Carlos, saldrán a la luz más incidentes relacionados con Felipe. Normal. No van a sacar todo junto. La monarquía no saldrá de esto.
¿Qué papel jugó la monarquía al final de la dictadura de Franco? Después de todo, fue Franco quien nombró a Juan Carlos como su sucesor y Jefe de Estado.
Era cuestión de poner un nuevo traje sobre el franquismo. En la llamada Transición a la democracia, la monarquía jugó la función de permitir que los crímenes de la dictadura quedaran impunes. Además, se suponía que se mantendrían las estructuras de poder preexistentes, en el ejército, el poder judicial y la economía. Todo permaneció intacto y las cosas siguieron como antes. Para eso sirvió la monarquía en esa fase.
Pero hoy la monarquía, como institución, está quemada. Tampoco le sirve ya al poder, porque la llamada Transición y el Régimen de 1978 se cuestionan cada vez más. Creo que el pueblo está listo para eliminar la monarquía, empezando por Juan Carlos, aunque sin duda el poder establecido va a intentar de nuevo mantener las estructuras de poder sin ningún cambio real.
Es sorprendente que todo en esta crisis institucional esté dirigido contra Juan Carlos, dejando al margen a las empresas que se han enriquecido con sus acciones. Parece que la oligarquía está tratando de salvarse a sí misma poniendo una nueva capa de barniz sobre el Régimen, una vez más. Podríamos decir que están pensando en una república pervertida, manipulada y descafeinda.
¿Por qué considera que la monarquía es de importancia central en el Estado español?
Bueno, Franco no sólo ha hecho al monarca Jefe de Estado, sino también Jefe de los militares y, por lo tanto, le ha confiado las fuerzas armadas. No hay que subestimar tampoco la importancia simbólica de la monarquía en la población. Para ello, se ha creado una narración en torno a Juan Carlos como salvador de la patria en torno al intento de golpe de 1981. Así la Monarquía pudo reunir a otros sectores de la sociedad a su alrededor. El significado simbólico por sí solo es grande, sin mencionar las redes clientelares de la política y los negocios que se agrupan a su alrededor.
¿Ve usted la posibilidad de que en la España actual, con el autoproclamado «gobierno más progresista», se puedan llevar a cabo verdaderas reformas, por ejemplo, mediante un referéndum sobre una república ,contra la que los generales que rodearon a Franco dieron un golpe de estado en 1936?
No, no creo en eso. No creo que este gobierno celebre un referéndum. Los socialdemócratas (PSOE) están profundamente involucrados con la monarquía, aunque entre los más jóvenes de su generación esté dejando de funcionar ese compromiso. El partido sabe que sus líderes históricos caerán con la monarquía. Ellos gobernaron mientras Juan Carlos jugaba libremente a sus juegos favoritos. O bien miraban hacia otro lado o se involucraban en el lado oscuro del negocio. Ahora el PSOE está ante un dilema. Por un lado, tiene que defender a Juan Carlos. Pero, por otro, si lo hace con demasiada fuerza y convicción, al final también caerá cuando él caiga.
Y la organización en torno a Podemos, no la veo en absoluto defendiendo una causa republicana, ni siquiera en apariencia. En el mejor de los casos, lanzan un tweet un poco crítico. Pero eso no es hacer política, y menos cuando estás en el gobierno. Un ejemplo lo deja claro: Cuando Juan Carlos abdicó en 2014, y miles de personas se manifestaron espontáneamente en todo el país por el regreso a la República, Podemos no los apoyó. El líder del partido, Pablo Iglesias, no vio razón para regresar de Bruselas en este momento crucial. Estaba tomando posesión de su escaño en el Parlamento Europeo, después de los buenos resultados en las elecciones europeas. Personalmente, a mí a partir de entonces, me quedó claro que Podemos no iba a iniciar ningún proceso para regresar a la República. Hoy en día no hacen más que dar largas, retrasar las cosas, y cualquier excusa es buena, como la pandemia de Covid. Y mientras tanto, aplauden al Rey Felipe en vez de hacerle preguntas sobre su padre.
Hace 20 años, bajo el seudónimo de Patricia Sverlo, usted contribuyó decisivamente a la desmitificación de Juan Carlos. El libro, publicado entonces por la editorial vasca Ardi Beltza (Oveja Negra), arrojó luz sobre el oscuro negocio y reveló el verdadero papel de Juan Carlos durante el intento de golpe de 1981. ¿Queda algo del mito de que puso fin al golpe y salvó la democracia?
Sí. Es increíble que estas mentiras sobre lo que pasó sigan repitiéndose. Se repiten una y otra vez en España hoy en día. Lo que Juan Carlos está haciendo ahora es malo, pero en aquel momento estaba trabajando por la democracia. Eso todavía se predica aquí todos los días en los medios de comunicación.
Siguen la máxima fascista según la cual una mentira repetida mil veces se convertirá finalmente en la verdad. Este es el mecanismo con el que aplastan y silencian todas las pruebas y verdades que conocemos sobre los acontecimientos de 1981. Así que es muy difícil luchar contra ella.
De las declaraciones que tenemos, y también de las investigaciones de esa época, se desprende claramente que el Rey era un participante absolutamente necesario, que estaba activa y directamente involucrado. El golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue planeado en el Palacio Real con el servicio secreto. Entonces se llamaba CESID, hoy se llama CNI. Incluso un miembro de CESID fue condenado como cerebro del golpe. Sabemos que algunas de las reuniones preparatorias tuvieron lugar en la Zarzuela (el Palacio Real) y que asistieron representantes de la Casa Real a todas la reuniones; si no Juan Carlos, Sabino Fernández Campo, ex falangista y secretario general de la Casa Real en aquellos momentos.
Conocemos las conversaciones y conocemos los planes. Por ejemplo, el General Armada tenía una lista de miembros para un gobierno provisional aprobada por la Casa Real cuando entró en el asaltado Parlamento. Por cierto, la lista también incluía a políticos socialdemócratas. El general Armada claro que fue condenado más tarde por esto… Pero judicialmente ahí se cerró la investigación. Todo eso lo sabemos, pero se nos está vendiendo una verdad diferente.
Hay un montón de mentirosos en los medios de comunicación… Por supuesto temen caer en desgracia cuando caiga Juan Carlos y luego la monarquía también. Hay toda una generación de periodistas e historiadores que simplemente se han dedicado durante décadas a difundir mentiras en sus medios de comunicación o en sus universidades. La manipulación de la historia debe terminar finalmente. Muchos jóvenes aquí todavía tienen una imagen completamente distorsionada.
Es interesante que hace 20 años nadie trató de atacar legalmente el contenido de su libro. Sin embargo, poco después, como en el caso de otros medios de comunicación vascos, la revista y la editorial fueron prohibidas «provisionalmente» por el juez de instrucción Baltasar Garzón. Como en otros casos, las acusaciones no fueron probadas. Supuestamente, se dice que Ardi Beltza había fijado objetivos para la organización clandestina ETA. Incluso la Audiencia Nacional rechazó esto como absurdo. ETA «no necesitaba a nadie» para determinar objetivos y no esperaba a «el próximo número de la revista para saber contra quién actuar». ¿Cree que sus revelaciones sobre Juan Carlos influyeron decisivamente en el cierre ilegal de otro medio de comunicación?
Sin duda. El cierre judicial de la editorial estaba directamente relacionada con la publicación del libro aunque, de hecho, nunca se tomó ninguna medida contra el contenido del mismo. Nos hubiéramos defendido de cualquier acusación, porque podíamos probar todo lo que estaba en el libro. Además habríamos usado el juicio para dar más publicidad al libro. Pero esto ya lo sabían, y no se atrevieron a hacerlo, vinieron con lo de ETA… El director de la revista, Pepe Rei, pasó cinco meses en prisión. Luego fue liberado.
Contra el libro la estrategia que se utilizó fue diferente: El silencio informativo. Y funciona muy bien en España, con su paisaje mediático y siendo yo, además, una autora absolutamente desconocida. Se pretendía hacer como si el libro y las revelaciones no existieran. Pero el libro salió a luz igualmente, y cuando otros periodistas empezaron a investigar al Rey, siempre acabaron conmigo. Casi todos los que han estudiado el tema han leído el libro, aunque nadie lo cita.
El libro se leyó mucho. A veces incluso los periodistas de la mentira sacan algo de ello, repiten cosas, pero fingen haberlo investigado ellos, y luego lo distorsionan y doblan… Incluso hoy, cuando se habla de Juan Carlos en los medios de comunicación aquí, a mi libro no se le nombra, no aparece casi en ninguna parte. Y yo prácticamente no existo para el público. De hecho, dejé el periodismo después de los acontecimientos de entonces y ahora trabajo como profesora.
Pero han publicado un segundo libro sobre el tema en 2016, que incluye gran parte de la primera «biografía no autorizada». «Juan Carlos I: una biografía sin silencio», se llama y esta publicada por Akal. Este libro no se publicó más bajo un seudónimo. ¿Hay más libertad hoy en día?
Algo se ha movido en todos estos años. Y como está hecho bajo mi nombre real, soy un nombre conocido entre los periodistas de los medios alternativos, que pueden contactarme y con los que puedo intercambiar información… Pero es curioso cómo la nueva editorial lo trata. Sencillamente, dejan que el libro se llene de polvo en el almacén, no lo anuncian, aunque podría ser un éxito de ventas ahora mismo.
¿El editor tiene miedo de la represión, como la que conoció Ardi Beltza en su momento?
Supongo que es el editor quien deliberadamente mantiene el libro a buen recaudo, bien escondido. También asumo que no lo hace por nada. Porque no tiene ningún sentido desde el punto de vista de la editorial, desde punto de vista comercial, renunciar a un buen negocio. En aquel entonces, con Ardi Beltza, se vendían muchos ejemplares en condiciones muy difíciles. Ahora ni siquiera se ha vendido la primera edición con 3000 copias. Eso es ridículo. Sin embargo, este es exactamente el libro que muestra todos los oscuros eventos de Juan Carlos. Y también podría venderse en el extranjero. Aunque la editorial está activa en América Latina, el libro no se vende allí. Periodistas de México y Argentina me han contactado para entrevistarme, pero no pueden comprar el libro allí, aunque la editorial tiene sucursales en sus países. Eso es muy extraño.
Ralf Streck, extractos de una conversación con Rebeca Quintáns en la revista alemana Heise-Telepolis
https://www.heise.de/tp/features/Man-ist-bereit-die-Monarchie-zu-beseitigen-4876247.html