Ojo con las bandas criminales subcontratadas por Rusia

Las guerras tienden sus propias cortinas de humo, tópicos y percepciones equivocadas, que los medios de comunicación se cuidan de cultivar y propagar con esmero. La primera de ellas, y la más importante, es que el enemigo es exterior. En la guerra los ejércitos luchan contra fuerzas extranjeras.

A partir de ahí los errores se suceden porque a lo que se entiende habitualmente por guerra, una sucesión de choques violentos, no se le añaden nunca otros dos componentes fundamentales: toda guerra va acompañada de un estado de guerra, o ley marcial, como dicen los anglosajones, y toda guerra es una economía de guerra.

La conclusión que se obtiene de ahí es que las guerras modernas son interiores; también van dirigidas contra la propia sociedad o, mejor dicho, contra los trabajadores y la población en general.

El ejemplo más candente de ello es Francia, cuyo gobierno no sólo está impaciente por llevar sus tropas a Ucrania, sino que la semana pasada empezó a implantar el estado de guerra. El jueves una comisión mixta paritaria de diputados y senadores aprobó un proyecto de ley que, con el pretexto de “combatir el narcotráfico”, crea una fiscalía especializada en el “crimen organizado”, con módulos en prisiones de máxima seguridad para los narcotraficantes y reforzando ciertas “técnicas de investigación”.

Aparentemente, la ley tiene poco que ver con una guerra, salvo que incurramos en los excesos retóricos de la llamada “guerra contra las drogas”. Sin embargo, la ley no se refiere únicamente a la “seguridad interior”, ni a la policía y por eso la víspera el ministro de Defensa, Sebastien Lecornu, habló precisamente de la cuestión del “crimen organizado” durante una audiencia en la Asamblea Nacional.

Este tipo de casualidades no saltan al azar y si no se lo creen, escuchen el cenagal en el que se metió el ministro: “Cuanto más avanzamos con los servicios de inteligencia sobre el narcotráfico, más vemos la adhesión a otras redes, ya sean estatales o terroristas. Un servicio extranjero puede estimular desestabilizaciones. Siempre podemos tener un sistema de defensa que vigile el tanque que quiere entrar en el territorio nacional, pero si, mientras tanto, hay una manipulación masiva de una serie de redes, obviamente, la cuestión no va en la dirección correcta”.

Traducida la parrafada al lenguaje corriente, lo que el ministro dijo es que el enemigo exterior crea el enemigo interior. Es lo que ahora llaman “guerra híbrida” en la que hay un poco de todo, desde narcos a piratas informáticos o terroristas, que son tan enemigos de Francia como los rusos. Para combatir a Rusia hay que atacar a ese enemigo interior porque son prorrusos, es decir, un caballo de Troya.

Pero eso no es todo. Tras el ministro llegó el jefe de los espías, el general Philippe Susnjara, que también compareció en la rueda de prensa para poner su granito de arena. De momento no han detectado “grupos criminales subcontratados por Rusia”, excepto en el caso de “ciertos grupos de ciberdelincuentes”, cuyos vínculos con instituciones públicas rusas han podido ser demostrados.

Afortunadamente para los franceses, el general que preside el DRSD (Inteligencia y Seguridad de la Defensa, el contraespionaje militar) está ojo avizor y, además de cazar ciberdelincuentes, lee con atención esos repugnantes blogs que difunden las mentiras del Kremlin.

A falta de rocambolescas operaciones, como en las películas de espías, el general francés se tuvo que conformar con los carteristas y la pequeña delincuencia urbana. Sólo pudo mencionar acciones de “bajo espectro”: drones, robo de ordenadores y móviles… Resulta que tras el comienzo de la Guerra de Ucrania han aumentado esos delitos de “bajo espectro”, lo cual es algo que nunca fuimos capaces de sospechar siquiera.

Naturalmente, en medio de este gazpacho de imbecilidades sacamos la impresión de que los chorizos y carteristas también son agentes rusos disfrazados, lo mismo que los blogueros que desinforman o los piratas de los ordenadores.

Por si todo eso no les concierne, a tan sagaz general no se le escapó la radicalización de la sociedad, “con grupúsculos cada vez más violentos” que, en efecto, pueden ser instrumentalizados por potencias extranjeras. “Históricamente, esta amenaza estaba vinculada al islam radical […] A partir de ahora, todos los movimientos ideológicos, religiosos y políticos están afectados por esta tendencia a la radicalización: extrema derecha, extrema izquierda, verdes radicales, conspiracionistas, etc.”

Ese cúmulo de grupúsculos que, a primera vista, parece tan variopinto, continúa el jefe del contraespionaje, empieza a converger, “como ha sucedido recientemente entre los antimilitaristas y los movimientos propalestinos, que han, por ejemplo, dirigido su atención a un cierto número de empresas de nuestra base industrial y tecnológica de defensa”.

Son saboteadores que se dedican a peligrosas actividades subversivas, con “acciones simbólicas”, como poner pegatinas en las paredes o distribuir panfletos. Tales actos pueden jugar a favor de una potencia hostil a Francia. Por ejemplo, en Reino Unido la fábrica de Teledyne que fabrica componentes para el cazabombardero F-35, fue vandalizada en octubre por miembros de Palestine Action.

En Francia la “extrema izquierda” ha reivindicado varios sabotajes a eso que llaman “base industrial y tecnológica de la defensa” y el contraespionaje francés está ansioso por demostrar el interés de Rusia por esas acciones porque lo necesitan urgentemente: sería el mejor ejemplo de que, en efecto, Francia está siendo atacada por Rusia.

Las guerras necesitan un pretexto, y si no lo hay tienen que buscarlo en alguna parte. Francia no va a ir a la guerra porque Macron y sus acólitos sean unos belicistas sino porque el país está siendo atacado y tiene que defenderse de una agresión exterior injusta.


Descubre más desde mpr21

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Descubre más desde mpr21

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo