La guerra en Palestina ha puesto a prueba la solidez de los acuerdos entre Irán y Arabia saudí y, en consecuencia, el grado de aislamiento de Israel en Oriente Medio, un aspecto importante si se produce una escalada regional.
El artífice de dichos acuerdos fue China, por lo que es importante tener en cuenta su posicionamiento en la situación creada tras el 7 de octubre. Por eso Borrel ha viajado hasta Pekín para reunirse con Wang Yi, el Ministro de Asuntos Exteriores.
“Los israelíes han obtenido garantías para su supervivencia, pero ¿quién se hará cargo de la supervivencia de los palestinos?”, le preguntó a Borrel. “El pueblo judío ya no carece de un hogar, pero ¿cuándo encontrará la nación palestina el suyo propio?”
La evidencia no puede ser más clara: China ha abandonado cualquier pretensión de mostrar una posición de equilibrio sobre la guerra en Israel y Palestina, a pesar de que en los últimos años se ha acercado a Israel y ha invertido mucho dinero.
Para Wang Yi, está claro que “la raíz del problema reside en el hecho de que nunca se ha hecho justicia al pueblo palestino”, como recordó durante una llamada telefónica con un asesor de Lula.
La represalia de Israel va “más allá del ámbito de la autodefensa” y sus dirigentes deben “dejar de castigar colectivamente a la población de Gaza”, afirmó Wang Yi a su homólogo saudí, Faisal Bin Farhan.