Los organizadores de la convocatoria extienden la acusación también contra el Partido Popular (ÖVP) del canciller Sebastian Kurz, socio de gobierno del FPÖ, a los que califican como racistas.
El FPÖ, que controla Ministerios importantes como Exteriores, Interior y Defensa, ha colocado en puestos de alta responsabilidad a miembros de varias “Burschenschaften”, cofradías estudiantiles de ideología pangermanista vinculadas a círculos neonazis.
“No dejéis gobernar a los nazis”, es una de las consignas que más gritaron los manifestantes que tomaron parte en la protesta.
“Nuestro país no será conquistado por los nuevos fascistas”, dijo al inicio de la manifestación el militante de la Plataforma por una Política Humanitaria de Asilo, Michael Genner.
Entre los convocantes figuran también la Ofensiva contra la Derecha y la Plataforma de Izquierda Radical.
Los dos partidos de gobierno han acordado reducir los subsidios a los solicitantes de asilo, se oponen al reparto de refugiados aprobado por la Unión Europea entre los socios comunitarios y pretenden adaptar las ayudas familiares que reciben los trabajadores extranjeros a los niveles de vida de sus países de origen.