El gobierno de Nicaragua ha autorizado la entrada de personal, barcos y aviones rusos en Nicaragua desde el 1 de julio hasta el 31 de diciembre de 2022. Las tropas rusas participarán en la ayuda humanitaria, los ejercicios militares y las operaciones contra las actividades ilícitas en el Mar Caribe y el Océano Pacífico, dice el decreto publicado el 7 de junio en el Boletín Oficial.
El decreto prevé la entrada de 80 militares rusos, de forma rotativa, para participar en “intercambios de experiencias y realizar entrenamientos sobre operaciones de ayuda humanitaria” con el comando de operaciones especiales del ejército nicaragüense.
Además, otros 50 soldados participarán en la formación en materia de seguridad, y otros 50 miembros del servicio ruso intercambiarán experiencias “en tareas destinadas a afrontar y combatir el tráfico de drogas y la delincuencia organizada transnacional”, dice el decreto.
Rusia dispone de una arquitectura de inteligencia a través de la estación del sistema de vigilancia por satélite Glonass y del centro de formación de la policía, ambos situados en Managua.
El Parlamento también ratificó el ingreso por seis meses, a partir de julio próximo, de personal, naves y aeronaves de ejércitos de Cuba, Estados Unidos, México,
Venezuela y países centroamericanos.
El diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez acusó a la prensa internacional de promover una campaña de intoxicación sobre la entrada de los militares rusos. Mencionó a la cadena de televisión CNN, a la británica BBC y al diario español El País “y muchos otros [medios] que se han prestado a esta campaña sucia” que, de manera deliberada, “han venido a tergiversar y a mentir con el único objetivo de crear discordia y zozobra”.
A favor del ingreso de militares de otros países, Gutiérrez dijo que desde el 2007 han aprobado 40 decretos de esa misma naturaleza, y que “en estos últimos tiempos” se ha hecho “de manera semestral”.