The Monkees |
Si hubo un grupo americano -la fotoshop de que hablábamos, un «selfie»– que se acercó muchísimo en la copia y réplica a los ingleses fueron «Los Monkees», que a muchos de nuestros jóvenes lectores, sospecho, ni sonarán, pero en este blog tocamos todos los palos siguiendo las enseñanzas del Eclesiastés, que en griego significa «El Predicador», cuando se dice aquello de «nil novi sub sole» (nada nuevo bajo el sol), libro sabio veterotestamentario, cuya lectura recomendamos vivamente desde este modestísimo sitio. ¿Por dónde íbamos?
La idea del conjunto surge del productor Don Kirschner (nombre que olvidaréis en cinco segundos), quien tras ver el éxito del grupo de Liverpool, decide crear unos Beatles a la medida del público -joven- norteamericano. Para ello pone un anuncio en la prensa invitando a los jóvenes a aparecer en una futura serie de televisión, una especie de «cazatalentos» o «Un salto a la fama» a la española manera en los tiempos de la tele en blanco y negro. Se presentaron mogollón de adolescentes a probar suerte siendo muchísimos los rechazados (entre ellos, quién lo diría, el gran Stephen Stills, de «Buffalo Springfield» y «Crosby, Stills, Nash & Young» y también, hay que joderse, Nilsson acudió a la llamada, autor del inolvidable «Everybody’s Talkin’», tema de «Cowboy de medianoche» («Midnight Cowboy», 1969) y de la bella melodía «Without You»). Los elegidos fueron, aunque sus nombres tampoco digan ya nada, pero es nuestra obligación citarlos, que para eso nos pagan millonadas, Micky Dolenz, el británico Davy Jones, Mike Nesmith y Peter Tork, dos de ellos actores sin ninguna experiencia musical. El grupo contó con el apoyo de grandes compositores como Neil Diamond, Carole King que les proporcionaron algunos buenos hits como, por ejemplo, «I’m A Believer».
La serie televisiva de Los Monkees se emitió entre 1966 y 1968 alcanzando -era previsible- grandes cotas de audiencia convirtiendo al grupo en un fenómeno de masas. Lo que no obstó, para la crítica musical seria y circunspecta, eludir su imagen de PRODUCTO PREFABRICADO. En otras palabras, MÚSICOS FALSOS (como una «falsa disidencia»), que continuó con engendros como «The Archies» (los dibujos animados que cantaban «Sugar, Sugar», creados, como Los Monkees, por el productor Don Kirschner) o «Milli Vanilli» (quienes ni siquiera, te cagas, ponían la voz, un descojono).
Nada que ver con esa novena maravilla del mundo que fue nuestro genuino «El Príncipe Gitano» y su particularísima versión de Elvis «In the gettho». O El Fary, verdaderas armas de destrucción masiva.
Yo todavía me estoy recuperando de sus letales efectos.
Buenas tardes.
Here we come
Walking down the street
We get the funniest looks from
Everyone we meet.
Hey, hey we're the Monkees,
Esto sonaba los sábados por la tarde en la tele. Como puedes ver, esta página la leemos gente de todo pelaje y antigüedad. Salud.
Traducido algo así como:"Aquí vamos (o venimos)/paseando (o caminando) calle abajo/para sonsacar las miradas más guays (o divertidas)/de todos (o cada uno) de los que conocemos (o nos encontramos)/Hey,hey,somos Los Monkees".
En los años setenta nos martirizaron con un grupo coral semirreligioso "Viva la gente" (Up with people).
Todavía no sé cómo sobrevivimos algunos.
Bianchi.