Una serie de muertes en plantillas de trabajadores sanitarios de primera línea que han sido vacunados ha elevado las tensiones en el estado de Telugu, en India. En cuatro días, Telangana y Andhra registraron conjuntamente cuatro muertes que se han convertido en la principal preocupación de los trabajadores sanitarios de ambos estados.
Mientras que un trabajador sanitario de 42 años de Nirmal que había recibido una inyección murió a las pocas horas de ser vacunado, el número de muertes sospechosas llegó a cuatro el domingo, cuando murieron una trabajadora en Andhra Pradesh y otra en Telangana, ambas vacunadas contra el coronavirus hace unos días.
La trabajadora de la Asha, identificada como Vijaya Lakshmi, de 42 años, fue ingresada en el Hospital Gubernamental de Guntur (GGH) el 21 de enero tras sufrir un desmayo. Al día siguiente, los médicos la declararon muerta y enviaron su cuerpo para que se le practicara una autopsia para averiguar el motivo del fallecimiento, mientras que los familiares afirmaban que había fallecido tras recibir la vacuna contra el coronavirus.
En otro caso similar, una trabajadora sanitaria de 45 años que fue vacunada el 19 de enero en el distrito urbano de Warangal, en Telangana, murió el domingo. Al parecer, la fallecida se quejaba de fuertes dolores en el pecho y dormía en su casa de Shayampeta, un suburbio de Warangal.
La muerte de los trabajadores sanitarios a los que se les administró la vacuna ha creado nuevas tensiones entre los que aún no han sido vacunados. Los fuertes dolores de cabeza y de pecho son síntomas comunes en los trabajadores que han muerto hasta ahora.
Como es habitual, el gobierno y los responsables sanitarios insisten en que las vacunas no tienen nada que ver con los cuatro fallecimientos, a pesar de que aún no se conocen los resultados de las autopsias.