La leyenda estadounidense del béisbol Hank Aaron, ha muerto tras recibir la vacuna de Moderna. La muerte le sobrevino mientras dormía, según la CNN (1).
El 5 de enero fue fotografiado recibiendo la vacuna en la clínica de la Facultad de Medicina de Morehouse, en Atlanta, para animar a otros negros a vacunarse. “Me hace sentir maravilloso”, dijo entonces a la prensa. “No tengo ningún reparo al respecto. Me siento muy orgulloso de mí mismo por haber hecho algo así… Es una pequeña cosa que puede ayudar a millones de personas en este país”, añadió.
La pandemia es un “reality show” y las vacunas también. Necesitan famoseo para superar las dudas que han sembrado los negacionistas: deportistas, vedettes, asiduos de los platós, políticos, artistas, financieros, tertulianos…
“Arremangándose para recibir la primera de las dos dosis, estos octogenarios, sus cónyuges y varios otros dirigentes de los derechos civiles que recibieron las vacunas en una flamante clínica de salud de la Escuela de Medicina Morehouse, reconocieron el legado de desconfianza que muchos afroamericanos tienen hacia la investigación médica, derivado del infame experimento Tuskegee en el que los trabajadores de la salud de Estados Unidos dejaron sin tratar la sífilis en hombres negros sin su consentimiento, haciéndolos sufrir innecesariamente”, dijo entonces la Associated Press.
A pesar de la campaña publicitaria, sigue habiendo resistencia a las vacunas, incluso entre el personal sanitario. La resistencia sería mayor si se conocieran cabalmente los efectos adversos, pero las encuestas demuestran que no ocurre así, sobre todo si conducen a la muerte. El silencio es complicidad y en el mismo participan los médicos, las empresas farmacéuticas, los hospitales, los asilos…
Los efectos adversos no forman parte de un discurso falso de los antivacunas, sino de la ciencia misma. Sin embargo, en 2010 un estudio del Ministerio de Sanidad de Estados Unidos concluyó que se notifican menos del 1 por ciento de las enfermedades causadas por las vacunas (2). Uno de los grandes problemas de las vacunas es justamente ampliar las bases de datos sobre sus efectos adversos.
(1) https://www.cnn.com/2021/01/22/us/hank-aaron-dies-trnd/index.html
(2) https://digital.ahrq.gov/sites/default/files/docs/publication/r18hs017045-lazarus-final-report-2011.pdf