Un médico de Maiami, el doctor Gregory Michael, falleció dieciséis días después de recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer contra el coronavirus.
Fue vacunado el 18 de diciembre y 3 días después vio un gran número de venas reventadas en sus pies y manos, lo que le llevó a la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Médico en el que trabajaba.
El análisis de sangre completo (CBC) que le hicieron a su llegada mostró un recuento de plaquetas de cero (un recuento de plaquetas normal está entre 150.000 y 450.000 plaquetas por microlitro de sangre). El diagnóstico fue de trombocitopenia .
Durante dos semanas el equipo médico intentó aumentar su recuento de plaquetas, lo cual no lograron. Estuvo consciente y animado durante toda la convalecencia, pero sufrió una apoplejía sangrante causada por la falta de plaquetas, que en pocos minutos acabó con su vida.
El martes le realizaron la autopsia, aunque aparentemente es un caso clínico de trombocitopenia inmune aguda causada por una reacción a la vacuna. Consiste en la disminución de la capacidad del cuerpo para coagular la sangre y detener una hemorragia interna.
Darren Caprara, director de operaciones de la oficina del forense de Miami, dijo que trabaja con el Departamento de Sanidad de Florida y los CDC para averiguar las causas del fallecimiento de Michael. Pfizer también investiga las causas de la muerte.
Los CDC confirmaron que tienen conocimiento de la muerte del médico de Florida, dijo una portavoz por correo electrónico ayer por la noche.
Michael tenía 56 años y era ginecólogo privado en el Centro Médico Mount Sinai de Miami Beach, donde ejerció los últimos 15 años.
La vacuna Pfizer es un veneno embotellado. Yo rechazo su uso en mi cuerpo.