Muerto Fidel, ya el «mundo libre» le está comiendo la oreja a Raúl Castro Ruz. Ya esputan que es más «tolerante» y «aperturista» que su hermano Fidel, el intransigente. Ya empiezan, no ahora, pero sí esperaban el deceso físico del exjefe del Estado, los cantos de sirena para que haya «libertades», o sea, la libertad de robar impunemente.
Si se «aplica» Raúl, veremos no más en breve lapso cómo le dan el Nobel de la Paz, lo mismo que Las Cortes españolas guardarán un minuto de silencio por aquello de sus orígenes gallegos (su padre lo era). Es joda.
Gloria eterna a Fidel Castro.