Normalmente, son personas que no tienen unos fuertes lazos familiares, como los jóvenes de los orfanatos, que a los 18 años deben enfrentarse solos a la vida real. En otros casos, un problema económico termina con un desahucio, como le ocurrió a Václav, que aunque ya ha conseguido salir de esta situación, quiso explicar cómo fue su caso.
“Perder mi piso me llevó a la calle. Como acababa de entrar a un nuevo trabajo, no tenía ahorros y no podía pagar un nuevo piso ni podía comprar comida. Y así acabé en la calle, pasó en cuestión de segundos”.
Sin embargo, muchos trabajadores sociales coinciden en que existe un problema de actitud entre muchos de estos jóvenes y señalan, además, que hay una gran diferencia con los sintecho de otra generación.
Los más jóvenes, a pesar de su difícil situación, son menos propensos a recurrir a los servicios sociales. Son también, con más frecuencia, más agresivos que los mayores, y aparece entre ellos un mayor consumo de drogas, como apunta Jan František Krupa, director de la organización Ejército de Salvación en la República Checa.
“En los dos grupos aparece siempre el alcohol, pero en los jóvenes también aparecen casos de consumo de marihuana, éxtasis e igualmente algunas drogas más duras”.
Por fortuna, algunos de estos casos tienen un final feliz. Un estudio de la Universidad Carolina ha seguido la vida de personas sin hogar durante ocho años, y durante este tiempo los investigadores han encontrado algunas de las causas que llevaron a los sintechos a encontrar una solución a sus problemas. Por ejemplo, la muerte de un amigo en la calle, convertirse a alguna religión, o recibir una oferta de trabajo fueron las fuerzas motoras que provocaron un cambio en su vida.
En general, son experiencias que le causan un shock a estas personas, como añade Jakub Marek, uno de los trabajadores de la Facultad de Teología Husita que realizaron la investigación.
“Esta persona que está acostumbrada a la calle tiene que recibir algún impulso negativo que le haga querer dejar las calles. Después, cuando ya tiene esta opción, tiene que aprender a mantenerse fuera de la calle, que es la parte más difícil”.
Este problema social está todavía lejos de solucionarse, de hecho, en el caso de las mujeres el estudio de la Universidad Carolina demuestra que está empeorando, pues indica que su porcentaje sigue subiendo. Entre los jóvenes sin hogar, se estima que las mujeres son ya el 25 por ciento.
http://www.radio.cz/es/rubrica/notas/miles-de-jovenes-sin-hogar-viven-en-las-calles-checas