«Entre enero de 1980 y febrero de 2015, 4.444 personas alegaron incidentes de abuso sexual infantil contra 93 autoridades de la Iglesia católica», unos reclamos que «relacionados con más de 1.000 instituciones distintas», afirma ese documento oficial, que también indica que desde 1950 un 7 por ciento de los sacerdotes del país eran delincuentes.
La investigación australiana ha analizado todo tipos de reclamaciones por abusos sexuales, incluidos los supuestamente realizados por antiguos religiosos de ambos sexos o cualquier otra persona empleada o voluntaria elegida por alguna autoridad de la Iglesia católica.
La Comisión, establecida por Australia en 2013 para investigar casos de abusos infantiles, también ha revelado que la mayoría de las víctimas eran varones (78 por ciento) con una edad media de 11,6 años, mientras que el otro 22 por ciento de las víctimas eran chicas con una media de 10,5 años.
Estos especialistas han identificado a 1.880 presuntos agresores: 597 (37 por ciento) hermanos religiosos, 572 (30 por ciento) sacerdotes, 543 (29 por ciento) legos and 96 (5 por ciento) hermanas religiosas. Además, sus conclusiones indican que las víctimas esperaban alrededor de 33 años para denunciar las vejaciones y que los primeros asaltos datan de la década de los 50.
Los escándalos de abuso sexual persiguen a la Iglesia católica desde hace tiempo. En 2014, el Vaticano indicó que, en la década anterior, recibieron 3.420 acusaciones creíbles de abuso sexual cometidos por sacerdotes y que había expulsado a 824 clérigos.