Los tunecinos, en su mayoría jóvenes, se manifestaron el miércoles para pedir la liberación de cientos de manifestantes detenidos desde los disturbios nocturnos del pasado viernes y para protestar contra la clase política, acusada de inacción ante la crisis social.
Los disturbios estallaron en varias regiones el viernes. Después de tres noches de enfrentamientos entre la policía y jóvenes manifestantes en los barrios más pobres de todo el país, el Ministerio del Interior anunció el lunes por la mañana que había detenido a más de 600 personas.
El miércoles, un centenar de personas se manifestaron en Túnez, y otras tantas en Susa (este), desafiando la prohibición de concentraciones decretada con el pretexto de la pandemia.
En Túnez, los manifestantes, entre los que había muchos estudiantes, corearon los lemas de “trabajo, libertad, dignidad nacional”, en la principal arteria de la capital, la avenida Burguiba.
Otros manifestantes se concentraron frente al tribunal de Túnez para exigir la liberación de los jóvenes detenidos en los últimos días, muchos de los cuales son menores de edad.
Los disturbios, que comenzaron el viernes, continuaron el lunes por la noche y el martes por la tarde con algunos incidentes menos violentos que en los días anteriores.
En Túnez, el confinamiento ha destruido decenas de miles de puestos de trabajo, sobre todo en el sector clave del turismo, y ha perturbado profundamente la escolarización de los niños, dejando a muchas familias en la ruina. Se espera un descenso histórico del PIB (-9 por ciento) para este año.
El primer ministro tunecino, Hichem Mechichi, que también es ministro del Interior en funciones, dijo el martes por la noche que comprendía el «legítimo» enfado de los jóvenes ante la “crisis real”.